Fruslerías — 30 de mayo de 2016

1845. Curiosa carta circulada de Avilés a París

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Uno de los capítulos más atractivos de la Historia Postal es el de las relaciones postales con el extranjero. Para poder enviar una carta desde un país a otro es necesario que las respectivas Administraciones se pongan de acuerdo tanto en las tarifas a aplicar como en el modo en que se dará curso a los efectos postales.

Durante lo que conocemos como época prefilatélica, los gobiernos de España y Francia firmaron un total de 11 Convenios Postales[1]. Con posterioridad a la introducción del sello como método de franqueo el 5 de agosto de 1859 se firma un último convenio que estaría en vigor hasta la entrada de ambos países en la U.P.U. con lo que se unificarían las tarifas.

Acogiéndose al convenio de 5 de marzo de 1715 circuló la aparentemente muy complicada carta objeto de este artículo. Dicho convenio, en vigor hasta 1849, sufrió una modificación mediante la Real Orden de 7 de febrero de 1816[2]

En su artículo 1º establece que todas las cartas que salgan de España y sus posesiones con destino a Francia deben de ir franqueadas, sin cuyo requisito serán detenidas en las Estafetas de su primera entrada.

En el artículo 2º establece que los portes se cobrarán anticipados desde los pueblos en que nazcan las cartas y hasta la frontera (en el caso de cartas nacidas en Asturias el paso fronterizo se hacía por Irún).

Por otro lado, el destinatario tenía que hacerse cargo del porteo desde la frontera hasta la Estafeta de destino de la carta. Para el caso de una carta remitida desde Asturias el remitente debía de pagar al correo español el porte correspondiente al trayecto desde Asturias hasta la frontera con Francia (que suponía llegar a Madrid y desde allí seguir la ruta de La Mala hasta Irún) mientras que el destinatario debía de pagar al correo francés la parte correspondiente al trayecto desde la frontera hasta su destino.

La carta que ilustra este artículo, reproducida a continuación, va dirigida al Marqués de Casa Riera y sale de Avilés el 21 de enero de 1845 con destino Madrid desde dónde es reexpedida a París.

1845 Aviles a Francia web

Pasamos a justificar cronológicamente las marcas postales de esta envuelta.

Figura 1

Figura 1

MADRID fechador baeza webLa carta sale de Avilés el día 21 de enero de 1845 como atestigua el fechador Baeza de color verde estampado en el frente (figura 1).

Fig 3

Figura 3

Llega a Madrid el día 25 como acredita el fechador Baeza de color azul (figura 2) estampado en el dorso. A su llegada es porteada con 20 cuartos (figura 3) de conformidad con la orden del 4-9-1815 en vigor a partir del 1 de noviembre de 1815, tarifa todavía vigente treinta años más tarde por cual los 20 cuartos corresponden a un peso de 12 a 14 adarmes.

Por no hallarse el destinatario en Madrid y haberse desplazado a París se reexpide la carta añadiendo la nueva dirección y tachando el originario destino, “Madrid”. Es posible que algún empleado del marqués se hiciera cargo de esta operación, debiendo pagar los portes desde Asturias y también los de Madrid hasta Irún, por ser obligatorio el franqueo hasta la frontera.

Figura 4

Figura 4

Figura 5

Figura 5

Al reexpedir la carta se le estampan el fechador de Madrid en el frente (fecha no legible), el correspondiente porteo al dorso (figura 4) (33 cuartos para 14 adarmes tarifa aplicable al franqueo hasta la frontera aplicable desde el 1-11-1815) y la marca de Portes Pagados hasta la frontera (figura 5), ambas en color azul. Sin otro requisito se envía hacia Irún.

 

Figura 8

Figura 8

Figura 7

Figura 7

Figura 6

Figura 6

Desde allí entra en Francia por el paso fronterizo de San Juan de Luz el 1 de febrero (figura 6) y se le aplica la tasa fronteriza de 2 décimos de franco[3]  para el correo procedente de España (figura 7).

Fig 9

Figura 9

Una vez pasada la frontera la carta es pesada por los funcionarios franceses y se anota el escalón de peso al que corresponde en la esquina superior izquierda (figura 8), en este caso 25 gramos[4] (peso equivale a 14 adarmes).

Se procede a continuación, según el Reglamento del Correo francés, a la consignación del porte correspondiente al tramo Irún – París. Se tasa la carta con 42 décimos de franco (figura 9) que se justifican de la siguiente manera: la distancia de Irún a París se estima en 600 kilómetros, por lo que le corresponden 10 décimos de franco. El peso de la carta es de 25 a 30 gramos  por lo que pertenece al 5º escalón de peso, lo que supone 3,5 veces el porte de la carta sencilla que es de 12 décimos (10 décimos de Irún a París + 2 décimos de tasa fronteriza). Por tanto 3,5 x 12 = 42 décimos de franco, importe que debió de satisfacer el marqués para retirar esta carta.

Figura 10

Figura 10

La carta por fin llega a París el día 6 de febrero como atestigua en el dorso el fechador Paris (ruta 15) para cartas procedentes del extranjero (figura 10).

En un plazo de 17 días la carta hizo un recorrido de casi dos mil kilómetros, lo que no está nada mal teniendo en cuenta los caminos de la época y que circuló en los meses de invierno.

 

 

Notas

[1] “Les relations de la France avec l’Espagne de 1660 a 1849”. Michèle Chauvet. Brun & fils – 2002.
[2] “Anales de las ordenanzas de correos de España” Tomo I páginas 414 y 415.
[3] La tasa fronteriza es un importe fijo de 2 décimos por carta y es debida a que los funcionarios franceses se                         acercaban a España para hacerse cargo de las valijas con la correspondencia.
[4] Los escalones de peso para la correspondencia en Francia son hasta 7,5 gramos, hasta 10 gramos, hasta 15                      gramos, hasta 20 gramos y así sucesivamente en incrementos de 5 gramos. La anotación manuscrita                              generalmente en la esquina superior izquierda corresponde al peso mínimo del escalón de peso. Así, una                      anotación 25 como en este caso significa que la carta pesaba entre 25 y 30 gramos de peso lo que corresponde al quinto escalón.