Entrevista con José Luis Fernández Reyero, director de Filatelia de Correos.
(22/julio/2005)
Don José Luis Fernández Reyero ingresó en Correos hace 36 años, a los 19 años de edad. Ha trabajado en distintas Áreas de la Organización: Tráfico, Oficinas, profesor de la Escuela de Correos y Telégrafos y Administración de Recursos Humanos. Desde el año 1992, ha ocupado puestos Directivos en las Áreas de Recursos Humanos, Inversiones y División de Oficinas. Es Licenciado en Psicología y Diplomado en Psicología Industrial.
Es, por consiguiente una persona de la “casa”, que conoce perfectamente su organización y del que sólo necesitamos cruzarnos dos palabras para saber que es un hombre perfectamente integrado e identificado con la organización postal.
Debemos agradecerle que, desde un primer momento se ofreciera a colaborar en esta sección de Filatelia Digital contestando a nuestras preguntas e intentando resolver nuestras inquietudes como coleccionistas de sellos y amantes de la Filatelia en general.
Filatelia Digital. – Don José Luis Fernández Reyero. Parece que debiéramos empezar por el principio, es decir por saber sobre Vd, ya que no es persona conocida por la mayor parte de los coleccionistas de filatelia. Su experiencia e el mundo de la comunicación postal es muy amplia, tal como revela su currículo. ¿Qué significa para Vd. la filatelia en ese contexto?
José Luis Fernández Reyero: El sello es un elemento de franqueo de los envíos, pero tiene muchos más significados porque el sello, efectivamente, nos indica muchas cosas. Además de ser un aspecto importante de cara a la imagen de Correos, los sellos son un vehículo muy útil para difusión de la cultura y de los valores cívicos.
También, si repasamos las emisiones filatélicas de cualquier país, vemos reflejadas en ellas la historia de los pueblos. Representa, además, una fuente de ingresos importante y en ese sentido es al mismo tiempo afición y negocio.
Por otra parte, estamos en un contexto en que un hecho es evidente: el descenso del coleccionismo, que se está produciendo en todo el entorno europeo y al que España no es ajena.
F.D. – Yo no he tenido la oportunidad de hablar con Vd. más que en escasas ocasiones y por consiguiente no puedo preciarme de saber su habitual forma de actuar, sin embargo no parece persona que se conforme simplemente con salir del paso ante las situaciones que se le presentan en la vida, sino más bien de profundizar en su análisis para resolverlas con la máxima plenitud. ¿Me equivoco? ¿Bajo qué parámetros ha abordado el ejercicio de su cargo?
J.L.F.R: Efectivamente. Desde luego, todas las responsabilidades que me han sido encomendadas las he asumido como un reto y he intentado llevarlas adelante unas veces con más suerte y acierto y otras con menos. Al encomendárseme esta nueva función y tras hacer un primer análisis, lo que yo veo es una realidad en la que intervienen varios actores: los coleccionistas, que son los protagonistas; Correos, responsable de la oferta inicial con independencia del canal de distribución; el comercio, responsable del mercado secundario, de los sellos antiguos y de productos parafilatélicos y las sociedades de inversión con un papel importante.
Todos tienen un interés común, que es el fomento del coleccionismo.
Por otra parte, hay una realidad a la que nos referíamos antes y es la tendencia al descenso tanto del número de coleccionistas como del número de sellos. Esta realidad es consecuencia de otra: la disminución del número de cartas de carácter personal a causa del uso de nuevas tecnologías. Se reduce el uso del sello y si no se usa no se conoce y si no se conoce no se colecciona. Ante esta situación es preciso frenar el descenso de coleccionistas y captar nuevos. Para ello ya se están realizando esfuerzos con el segmento infantil y juvenil.
F.D. – En una visión muy simplificada, entiendo que durante muchos años el cargo de Jefe o Director de Filatelia lo había desempeñado el Sr. Manuel González, a quien todos los filatelistas estamos agradecidos por su trato afable y servicial, si bien gozaba de muy pocas atribuciones. La casi totalidad de decisiones eran tomadas por el Subdirector general de Comercialización, cargo por mucho tiempo y en dos etapas diferentes, desempeñado por D. Segundo José Mesado. Los últimos años en los que el Sr. Mesado tenía asignada la función rectora de la filatelia en Correos, lo fue como Director de esa Sección y con la más plena capacidad de toma de decisiones únicamente dependiente de la Presidencia de la Entidad. ¿Cómo está actualmente estructurado Correos al respecto? O en otras palabras: ¿Hasta qué punto tiene Vd. capacidad para decidir y por consiguiente hasta qué punto podremos considerarle responsable de la política filatélica de Correos?
J.L.F.R: En la actualidad la Dirección de Filatelia depende orgánicamente de la Presidencia de Correos y se estructura en cuatro unidades básicas:
1.- Desarrollo, de carácter totalmente comercial,
2.- Diseño e Imagen, que tiene como responsabilidad el diseño artístico y eventos especiales,
3.- Administración, que efectúa todas las actividades de coordinación y relaciones internas y con terceros,
4.- Operaciones, que se ocupa del aprovisionamiento, distribución y control de canales.
En cuanto a la capacidad a que se refiere y a la supuesta autonomía, como Usted sabe, el modelo de gestión personal o individual está en desuso con carácter general en las empresas y la definición de políticas y de estrategias se realiza de forma colegiada.
En el caso de Correos hay un Comité de Dirección. Otra cosa es que la ejecución de esas políticas, necesariamente sea distribuida, pero en todo caso hay reportes y controles de ejecución y resultados de forma continua.
Pero le añadiré otra cosa: en la ejecución de las estrategias marcadas por la Presidencia y el Comité de Dirección, mi estilo nunca ha sido personalista. En la Dirección de Filatelia funciona un Comité Ejecutivo y es en su seno donde se definen las actuaciones necesarias para conseguir los objetivos marcados.
F.D. – Sellos en todas las oficinas de Correos. ¿Sí, o no?
J.L.F.R: Evidentemente sí.
Ahora bien, eso no quiere decir que demos la espalda al desarrollo tecnológico. Como comentábamos anteriormente la tipología de las cartas ha cambiado. La carta personal ha dejado paso a la de carácter comercial y otros sistemas de franqueo, como los mecánicos, son más adecuados para algunos tipos de demanda de carácter masivo.
F.D. – Comprenderá que me satisface su respuesta, pero ¿Por qué me contesta con esa rotundidad? Los filatelistas estamos acostumbrados a oír que la eficiencia (la eficacia económica o rentabilidad) hacía inevitable que las etiquetas de franqueo, las etiquetas ATM, desplazaran hasta su práctica desaparición al sello adhesivo como medio de franqueo.
J.L.F.R: Yo creo que no tienen por qué ser aspectos contrapuestos la filatelia y la eficiencia. Ante todo, tenemos que tener en cuenta los intereses de los clientes según segmentos.
Por una parte y simplificando quizá demasiado, a los clientes que adquieren los signos de franqueo para franquear grandes cantidades, les resulta más cómoda la etiqueta por el hecho de ser autoadhesiva. Además ante peticiones masivas, también les resultan más cómodas a los empleados.
De otro lado, al cliente no masivo le da lo mismo. Se trata de dar satisfacción a todos los clientes y al propio tiempo hacérselo cómodo a los empleados. En este sentido, hay que trabajar en el tipo de adhesibilidad y en el formato de los pliegos. Hemos hecho ya este año una primera prueba con pliegos autoadhesivos de 20 sellos, que son cómodos para todos y que están teniendo gran aceptación. Vamos a seguir trabajando en esta línea para conseguir que los sellos circulen en cantidad y en variedad temática.
Todos los expertos coincidís en que para fomentar el coleccionismo, los sellos, en todas sus variedades, tienen que circular.