De la historia y la leyenda (II)
Publicado en el nº 9304 de Las Noticias, Barcelona, miércoles 22 de febrero de 1922.
Las aventuras y sucesos que han experimentado los correos al ejercer su oficio, aquí, como en todas partes, resulta un campo vasto, que, apurando la materia, daría lugar a un libro. Sólo de algunas notas, tomadas al azar de las muchas que tenemos en cartera, pretendemos dar cuenta en la ocasión presente.
En tiempos de guerra resultaba muy peligroso el oficio. Lamentando la falta de correos de Italia, decíale en 19 de Febrero de 1454 Galcerán de Recasens al rey de Navarra don Juan de Aragón: “Es ver que passan ab gran perill e treball per causa de enamichs e molts de aquells son pressos e detenguts.” [i] (Registro 3227, f.187). Esto era el mal menor; pues frecuentemente veremos castigarles con la última pena. Así lo practicaba este mismo rey de Navarra, al reinar en Aragón, con los correos de sus enemigos. Un ejemplo está en lo ocurrido en Lérida, sitiada por Juan II en 1464. De dicha ciudad se envió en 25 de Junio un correo a Cervera, donde acampaba el condestable de Portugal Pedro V, a la sazón soberano de Cataluña, cuyo correo decía haber ”exit ab molt afany, perill o traball”, “com ell era present de allí no sabien lo Senyor Rey (refiérese al rey Pedro) fós junct en aquesta vila (Cervera) e ell era partit de allí, ab cert senyal que fés si lo dit senyor era açí; e exí se es fet: e se es vist que Leyda ha respost”. [ii] Como se ve, la telegrafía óptica suplió a esta falta de correos, siempre interceptados y muertos. Así lo relatan los de Cervera: “los correus que eran anats (a Lérida) eran stats presos e penjats per lo Rey Johan, que no ni havia entrat negú” [iii]. Hasta para evitar los sitiadores que por señas llegaran a entenderse Cervera y Lérida, las imitaban desde el campo: “contrafahien los senyals ques fahien de açí, perque ells, de Leyda, no poguessen esser certs de la venguda del dit Senyor” [iv] (Pedro V).
Cuando el correo era portador de mensajes agradables o novedades importantes, solían agasajarles los receptores con ciertos dones o propinas llamadas “albaxiries” [v]. Pero al contrario, cuántas ocasiones un correo portador de malas nuevas hubo de sufrir las explosiones de la ira oferocidad de personajes de alta alcurnia. Un noble caballero del Vallés, Huguet de Bigas, a quien ajusticio ek Veguer de Barcelona en 1266, destrozó las costillas a puntapiés y a patadas, a un infeliz correo, que así murió a sus manos.
Huguet Roger, conde de Pallars, combatía a Ramón A. de Bellera en 1354 y talaba el lugar de Rialp. Para poner coto a sus desmanes quiso intervenir el Sotaveguer del Pallars y le envió un correo de su curia, quien, después de colgar el pendón real en el castillo de Torreny, cabeza del valle de Asua (27 de agisto de 13554), entregó al conde de pallars las cartas del Sotaveguer, encontrándole acampado en el cauce del río frente a Rialp en compañía de su hermano Arnau Roger. Llevaba el correo “en una hasta de dart, un dels penons reyals, per tuició de sa persona at a fí que tot hom lo conegués, et la bustia del ofici portant en sa cinta” [vi]. Al oir el conde que era correo del Sotaveguer, corrió hacia él “ab una lança que tenía apunyada en la man dreta e guarnit sobre un cavall, e cridant: muyra, muyra, el bacallar, e li posá la punta de la lança als pìts e logre ferit daquella si no fós per Narnau Roger frare seu, que li pregá que no fes, que ell lo conexie” [vii]. Luego la gente del conde lo tomaron por su cuenta, “el van ferir, e cascar. el le ligaren le mans forment ab una trabugera” [viii], “li tolgeren ferivolment e violent, la bustia e tan grans tirades, et a tan gran força, que les correges ab que era fermada en la cinta, li trencáren totes, et lençaren vilment la dita bustia en terra”; [ix] “tolgueren al dit correo lo dart seu on portava lo panó real, et aquell penó lançaren en terra, calsigant aquell” (Registro 1593, f.146). [x]
El caso de una noticia sensacional, enviada a Barcelona por correo, ocurrió en 1458, al fallecer en Nápoles, en 27 de Junio, el rey de Aragón Alfonso el Magnánimo, después de una enfermedad que traí inquietos a sus reinos. Había gran interés en tener pronto la noticia, y se enteró de su muerte el delegado de nuestra ciudad, Micer Pedro Boquer, quien regresando de Italia, atravesaba la Lombardía. Hallábase en Vilana el 6 de Julio, cuando el correo Juan de Medina al transitar así mismo por dicha población se lo dijo en confianza: “e am notifficat en secret, que, lo S. Rey era mort dimars, açoes VIII jorns. E que per aquesta rahó ell va aquí e prest, spatxat per Francí Ferrer procurador del S.R. de Navarra” [xi]… “aquest correu ma offert e axí he pactat ab ell que será aquí primer que Joan de Carmone e Joan de Herc, qui li van III hores primer. E mes ma offert, que será aquí dins VII dies, de acii enfora. E mes, que si la nova es vera sia pagat, si ma dit fals, que no aya res; complint, dauli deu florins. E si hi será dins VI jorns, daulin XII ab los pactes damunt. E ha a dar, primo, vostra letra que neguna altra e de hun jorn non gossa dar altra, si donchs lo S.R. de Navarra, no era aquí; car essent aquí, dará, primo la de S.R.E tantost la vostra.” [xii] Esta carta la recibieron los concelleres por el correo Juan de la Mota el 12 de Julio de 1458.
Sin embargo, no eran solamente los tres correos Medina, Carmona y Xerch los únicos que el 12 de Julio estuvieron en Barcelona procedentes de Nápoles llevando la triste noticia. También llegó otro correo despachado por el príncipe de Viana Carlos de Aragón, a su padre el rey de Navarra, llamado Juan Lotxera o Lotxer, a quien el príncipe le dijo al partir: “Ara garde, correu, serveix ben aquest viatge, lo qual es tot lo be e honor del S. Rey mon pare; e dich te en veritat que sin fás bon servey, lo S. Rey mon pare te fará mercé e yo axí mateix. E no resmenys, serás ben pagat de ton viatge; pero fes en tota manera del mon, sig esser porá, que sies de sí en Navarra, on lo S. Rey se trobará, en XVIII jorns o en menys sí porás; e garde per la vida, not meteses en loch de perill, nem perdesses les letres”. ([xiii]) Respondióle el correo: “Senyor, si Deu me garde de mala fortuna, jous faré tal servey, que, vostre senyoría sen tendrá per contenta; e sapiau senyor, per veritat, que, si jó sabía rebentar, jo faré tal servir, que, per ventura home no la fet”. [xiv] Replicándole Don Carlos: “Deu te garde de mal desastre, que tu levarás bona nove al S. Rey mon pare, e encara ne haurás moltes aubaxiries.” [xv]
Todavía el propio día 13 se recibió de un mercader de Nápoles, llamado Agustín Bercho, otro correo enviado a Barcelona, a su hijo Pedro, dándole noticias sobre la muerte y testamento de don Alfonso, de cuya carta tuvieron noticia en seguida los concelleres.
Aparece en lo expuesto una muestra de cuán dispendioso resultaba el servicio por falta de unificación. Cuatro correos, cuando menos, de Nápoles a Barcelona saldrían el 27 de Julio de 1458, siendo así que uno solo hubiese podido llevar a cabo toda la labor. De ahí que dentro del siglo XV se realizara la unidad de dirección, creando un solo Hoste de Correos o Maestro de Postas en Barcelona como expusimos en uno de los precedentes artículos, el que se instaló en la calle del “Correu Vell”. [xvi]
Finalmente otro punto de vista de los contratiempos sufridos por los correos, fue el de los engaños, de loa que resultaban víctimas a menudo. Iba el célebre correo de la ciudad de Barcelona, Juan de Maella a Nápoles, al rey Alfonso, llevándole “un rocí per son cavalcar, que havía logat en Avinyó, anant e tornant, e lexal a Secont al Consol del Catalans, per tant quel rematés a la dita ciutat de Avinyó” ,[xvii] el cónsul confió el encargo a un tal Palomar, que se lo llevó, debiendo satisfacer el correo, a su dueño 34 florines (“Letres Closes 1445-47, f. 71)
Supera a todos estos engaños vulgares, el de que fue víctima un correo en 1441, quien llamado por el Sotaveguer de Barcelona para prestar un servicio, viose violentamente encerrado en una galera como remero. Denuncian esta brutalidad los concelleres a la reina lugarteniente, en 28 de marzo de 1441: “Ha ben quatre meses passats, quel Sotsveguer de aquesta Ciutat, cometent en sa propia persona los crims que, por son offici, en altres malfeytors deguere esquivar, castigar e punir, stant en la plaja de Barchinona la galera de mossen Bernat de Vilamarí, encontrant I correu, lo qual hic té muller e casa, dixli que a la vesprada fos e ell, quar ell los hauie de gran necessari; e lo dit correu, donant fe a tal official, fou a ell la hora empressa, e lo dit Sotsveguer menal vers la dereçana, hon foren homens de la dita galera, e liurals lo dit correu, sens que no ere tengut en res, ne crim algú no havie comés; mas feu aço venentlo per deu ducats dor, que lin donáren per trauren I altre, lo qual ere en la dita galera; e aço Senyora, sabem nosaltres de cert.” [xviii] “Letres Closes 1440-41, f. 181)
[i] “Es cierto que pasan con gran peligro y trabajo a causa de los enemigos y muchos de ellos son apresados o detenidos”
[ii] “salido con mucho afán, peligro o trabajo” “como él estaba presente allí no sabían que el señor Rey estuviera junto a esta villa (Cervera) y partió de allí, con indicación de hacer una señal si el mencionado estuviera aquí: y así se hizo: y se vio que Lérida respondió.”
[iii] “los correos que fueron (a Lérida), fueron presos y colgados por el Rey Johan, de modo que ninguno llegó”
[iv] “contrarrestaban las señales que se hacían desde aquí, para que ellos, los de Lérida, no pudieran estar seguros de la llegada del mencionado Señor”.
[v] “Albricias”
[vi] “en el asta de un estandarte uno de los pendones reales en protección de su persona”
[vii] “con una lanza que empuñaba con su mano derecha y montado sobre un caballo y gritando: muera, muera, le hizo callar y le puso la punta de la lanza en el pecho y lo hubiera herido con ella si no fuese por Arnau Roger, su hermano, que le rogó que no lo hiciera, ya que él lo conocía”.
[viii] “lo hirieron y golpearon y le ataron fuertemente las manos con una cuerda”.
[ix] “quitaron al mencionado correo su estandarte donde llevaba el pendón real y tiraron aquel pendón al suelo ??? (detrozándolo)”
[x] “le quitaron la bolsa con violencia y daños, y con tan grandes tirones y con tanta fuerza que le rompieron todas las correas con las que estaba sujeta al cinto y tiraron vilmente la bolsa al suelo pisoteándola.”
[xi] “y me han notificado en secreto que el S. Rey murió el martes, es decir, hace ocho días. Y que por esta razón él vendrá y rápido, despachado por Francí Ferrer procurador del S.R. de Navarra
[xii] “este correo me ha ofrecido, y así he pactado con él, que estará aquí antes que Joan de Carmone e Joan de Herc, que le llevan tres horas de ventaja. Y además me ha ofrecido que estará aquí en los próximos siete días. Y además, que la noticia es cierta, sea pagado, si me engaña, no tenga nada; dadle 10 florines si cumple. Y si ha de estar 6 días, dadle 12 más los pactos establecidos. Y tendrá que entregar vuestra carta en primer lugar y ninguna otra; y de un día (?) no se atreva a entregar otra, pues el S.R. de Navarra no estaba aquí; pues estando aquí, entregará en primer lugar la de S.R.E junto con la vuestra.”
[xiii] “Ahora guárdate, correo, sirve bien este viaje, que es en beneficio y honor del S. Rey mi padre; y te digo en verdad que si haces un buen servicio el S. Rey, mi padre te recompensará y también yo mismo. Y del mismo modo serás bien pagado por tu viaje; pero haz todo lo posible por que estés en Navarra, donde el S. Rey se encontrará, en 17 jornadas o menos si pudieras; y guarda por tu vida, no te metas en lugares de peligro ni me pierdas las cartas.”
[xiv] “Señor, si Dios me guarda de mala fortuna, os haré tal servicio que vuestra señoría se tendrá por satisfecha; y sabed señor, en verdad, que si yo hubiera de reventar, os haré ese servicio como nadie lo ha hecho”.
[xv] “Dios te guarde de todo desastre, que llevarás la buena nueva al S. Rey mi padre y obtendrás muchas albricias.”
[xvi] Correo Viejo.
[xvii] “un rocín para su monta que había alquilado en Avinyó, ida y vuelta, y lo dejó a cargo del cónsul de los Catalanes, a fin de que lo rematara [el alquiler] en la mencionada ciudad de Avinyó”.
[xviii] “Han pasado bien cuatro meses, que el Sotaveguer de esta ciudad, ha cometido en su propia persona los crímenes que, por su oficio, en otros malhechores debiera evitar, castigar y condenar, estando en la playa de Barcelona la galera de mossèn Bernat de Vilamarí, encontrando un correo, que tiene aquí mujer y casa, le dijo que fuera al atardecer pues él lo necesitaba; y el mencionado correo, dando fe al oficial, fue a la hora convenida y el mencionado Sotaveguer lo condujo hacia el astillero, donde se hallaban hombres de la mencionada galera y les entregó al mencionado correo, sin que él fuera detenido por nada ni hubiera cometido crimen alguno; mas hizo esto vendiéndolo por diez ducados de oro, que le dieron por sacar otro, que ya estaba en la mencionada galera; y esto, señora, lo sabemos nosotros de cierto”.