Afinsa y Forum Filatélico:
EL CINISMO DE LOS POLÍTICOS FRENTE A LA IMPOTENCIA DE LOS INVERSORES (II)
– LAS ASOCIACIONES PARA LA DEFENSA DE LOS AFECTADOS
Medrando a costa de las víctimas.
Las asociaciones para la defensa de los consumidores intentan captar a los damnificados. Dicen querer ayudarle a recuperar sus ahorros. Sin embargo uno se pregunta por qué han callado hasta este momento?
¿Por qué ADICAE, por poner un ejemplo, inició una campaña de denuncia de las actividades de Afinsa y Fórum que repentinamente dieron por finiquitada? Esos señores me solicitaron colaboración y más tarde me comunicaron que “habían recibido razones convincentes por las cuales esas empresas ofrecían plena garantía para sus clientes”, por lo que no era preciso seguir tratando el tema. Y ahora, cuando salta el escándalo los vemos de nuevo en acción. La verdad es que suena a pura hipocresía.
– LOS COMERCIANTES DE FILATELIA
Buscando su parte del pastel.
No somos inocentes los comerciantes que hemos estado intentando hacer nuestros negocios vendiendo lo que hemos podido a estas empresas y beneficiándonos de las plusvalías obtenidas por dar salida a sellos y stocks muchas veces invendibles.
Aunque casi todos tenemos nuestra parte de responsabilidad qué duda cabe que no es lo mismo el caso de quienes han hecho su negocio esporádico con Fórum y Afinsa que el de quienes han colaborado de una forma directa en la maquinaria montada para engañar a 400.000 inversores.
– LOS COLECCIONISTAS
La mayoría al margen y los otros mirando para otro lado mientras buscan su tajada.
¿Qué decir de los coleccionistas? Como los comerciantes todos tenían claro lo que suponían estas empresas, por eso ninguno invertía en ellas, pero si la mayoría han visto la evolución de los acontecimientos desde la barrera, otros, los dirigentes de las sociedades que agrupan a los coleccionistas de a pie, son culpables de connivencia con AFINSA. ¿Por qué? Por un plato de lentejas. Bueno, para ser más exactos. las subvenciones que obtenían valían más que un mero plato de lentejas; pero ya se sabe, casi todos los silencios tienen un precio. Por eso los dirigentes de algunas sociedades, incluida la Fesofi, por un lado extendían la mano para recibir ayudas económicas y por otra giraban la cabeza para mirar a otro lado.
El portugués Albertino Figueiredo, aunque con residencia en Mónaco, cabeza visible de la empresa española AFINSA B.T.
– LOS INVERSORES
Las auténticas víctimas. Unos por pasarse de “listos” y otros por ingenuos.
Parece que los únicos sin culpa en todo esto son los inversores que se han visto atrapados por una red muy bien montada a través de la que se vendía un producto engañoso.
La foto del presidente de honor de Afinsa aquí reproducida habla con elocuencia de que por encima de la realidad a esta empresa le importaba la imagen. En ella vemos como posa Albertino de Figueiredo (teóricamente un coleccionista experto en los sellos de Portugal) ante la reproducción de un ejemplar del 25 reis de Doña María cuyo original en realidad no es de ese color y que jamás existió dentado; pero suponemos que al publicista le pareció más bonito así. La imagen ante todo, aunque no responda a la realidad.
Para el ahorrador sencillo, el trabajador humilde que a lo largo de los años había reunido unos pocos ahorros, el impacto de la publicidad es., desde luego, superior a su capacidad crítica. Este colectivo merece toda nuestra comprensión y su ingenuidad no es culpable ni achacable a un defecto, sino a su buena fe.
No podemos decir lo mismo de otros, gestores económicos con preparación técnica, que han caído en las redes de este fraude porque su ambición les ha llevado a pasarse de listos. Estos sí son responsables de no considerar que nadie regala duros a cuatro pesetas y que cuando los intereses en el mercado tienen un determinado nivel, al aparecer una empresa ofreciendo más, hay que andarse con mucho cuidado.
En resumen casi todos tenemos nuestra parte de culpa. Pero no nos engañemos. No olvidemos que, por muchas culpas que haya compartidas, el responsable es el autor del fraude