El MUFI es el Museo de Filatelia de Oaxaca y este año ha cumplido 15 años. Fue la primera iniciativa que, tras su creación, hizo realidad la Fundación Alfredo Harp Helú en México para conservar, exhibir y difundir la filatelia y la historia postal entre el público general y el especializado.
A lo largo de estos tres lustros, El MUFI se ha convertido en un foro cultural en el que participan gran cantidad de artistas, expertos, estudiosos y aficionados de diversas disciplinas y países.El calendario de actividades del MUFI cuenta con exposiciones permanentes y temporales, unas de carácter didáctico y otras especializadas; pero también organiza en sus salas y patios talleres para niños, jóvenes y adultos, conferencia de investigadores, artistas y coleccionistas, programas familiares, proyecciones de cine, conciertos de diferentes tipos de música, lecturas, coloquios sobre el futuro museístico internacional, y otras tareas.
En el breve espacio de 15 años, el MUFI ha dejado de ser una ilusión para convertirse en una espléndida realidad. La colección iniciada en 1998 cuenta en la actualidad con más de 360 mil piezas gracias a las donaciones de diferentes personas e instituciones.
Con motivo del 15 aniversario, el actual coordinador, Eduardo Barajas Mendoza “uno de los logros ha sido la confianza que la Dirección General de Promoción Cultural, Obra Pública y Acervo Patrimonial, a través de los Talleres de Impresión de Estampillas y Valores de la SHCP, nos permitido poner al alcance del público el vasto acervo filatélico, que es un testimonio palpable de la historia de nuestro país, desde la aparición del primer timbre de México en 1856, hasta nuestros días.»
«Uno de los principales objetivos ha sido la difusión de colecciones temáticas, que nacen por la sugerencia e interés del público asistente y por el ímpetu del museo por continuar creciendo. Destaca la Colección Oaxaca del arqueólogo Marcus Winter, la cual reúne piezas únicas de distintos pueblos, con sellos de cancelación de Etla, Juchitán, Tlacolula y otras comunidades.
«Otra es la de Béisbol+Filatelia, la colección temática más completa que posee el museo.Esta colección nació junto con él y ha crecido gracias a las aportaciones de Spook Jacobs, Meter O’Malley y Alfredo Harp Helú, quien ha reunido las piezas más importantes del rey de los deportes.
”El MUFI, ha destacado Barajas Mendoza, “es un foro cultural para compartir experiencias, donde instituciones como The Museum of Modern Art, el Museo de Arte Thyssen-Bornemisza, Fundación La Caixa, The American Asociation of Musseums, el Instituto de Liderazgo en Museos, entre otras, han enriquecido nuestros programas, modelos pedagógicos y exposiciones, generando intercambios interdisciplinarios”.
Es notable destacar que el nacimiento y desarrollo de esta institución ha tenido lugar en plena explosión de la era digital en la que la correspondencia epistolar ha sido desplazada por la mucho más ágil a través de internet. Sin embargo el interés del público demuestra que, aunque vivamos en la era digital, no ha muerto el interés por algo tan antiguocomo el arte de escribir cartas y coleccionar sellos de correos. Todo ello ha sido posible, en primer lugar, gracias a la labor filantrópica del Sr. Alfredo Harp Helú, que donó una completa colección de sellos y sobres conmemorativos de México, entre otros materiales, con los cuales se empezó a trabajar.
El Museo está ambientado con diferentes muebles y objetos diversos de las antiguas administraciones de correo, como uniformes de cartero, buzones y máquinas de escribir.
Cuenta con un club filatélico para jóvenes y adultos abierto de martes a domingo de 10:00 a 20:00 horas y la entrada es libre.
Museos postales españoles
Si algunas comparaciones resultan odiosas es porque ponen al descubierto las vergüenzas de los más deficientes.
Hasta hace seis años teníamos en Madrid el Museo Postal y Telegráfico próximo a Cibeles. Gallardón propició su traslado al destinar el Palacio de Comunicaciones como sede de la Comunidad de Madrid. La urgencia con la que tuvo que hacerse obligó a situarlo en unas instalaciones a las afueras de la ciudad, a casi una hora de transporte urbano.
Las consecuencias eran fáciles de predecir: hoy es un moribundo viviente con muy escasa actividad. Hace 15 días pude verlo. En toda una mañana no acudió ningún visitante al Museo y, en cuanto a la biblioteca, únicamente otro investigador (y no de temas filatélicos) compartió mi estancia consultando diversas obras. Son tan exiguos los recursos con los que cuenta, La biblioteca ha tenido que permanecer cerrada esta semana pasada por estar de vacaciones la única persona que cuida de ella, por cierto con una dedicación encomiable.
Este museo, con más de un siglo de existencia, aunque parezca inaudito, languidece por culpa de su lejanía del centro de la ciudad y por el desinterés de los dirigentes de Correos que están a la espera de que el ministerio de Fomento se haga cargo de él.
En Barcelona nacía en hace medio siglo el Museo Filatélico gracias a la donación de una completísima colección de sellos emitidos en todo el mundo durante el período 1840 a 1940, reunida a lo largo de toda su vida por Ramón Marull. Sin embargo ante otras donaciones de material relativo al correo (documentos, libros y objetos diversos) se amplió su denominación a Museo Postal y Filatélico de Barcelona.
En 1982 pasó a ser una sección del Museo de Historia de la Ciudad. Desde 1984 se halla retirada de su exposición al púbico en el Centro de Conservación y Restauración del ICUB de la Zona Franca (en flagrante violación del acta notarial de donación protocolizada en escritura pública en la notaría de D. José María Faura Ubach con el nº 189 el día 10 de febrero de 1956). Finalmente, en 1987, vuelve a rebautizarse con la esperpéntica denominación de “MUSEO-GABINETE” tomando nombre de Museo Gabinete Postal de Barcelona (MGPB).
Resulta alucinante y propio de un país tercermundista. 28 años sin ver la luz. Todo el material escondido en cajas y armarios durante más de la mitad de la vida de este museo.
Los aficionados creíamos que el problema estaba en que los políticos de la capital catalana daban escasa importancia a los sellos de la colección Marull. Pero ¡mira por donde! el quinto teniente de alcalde, Jaume Ciurana, en la comisión de Cultura del Ayuntamiento nos sorprendió al calificarla «como seguramente la más importante del mundo» (evidencia de su desconocimiento en la materia) y anunciar que con un presupuesto total de 425.000 euros entre 2011 y 2016 quedará totalmente digitalizada la colección donada por Marull a un ritmo de 1.300 sellos mensuales. Un altísimo coste para un trabajo realizado con gran lentitud. Hace meses que la web (http://gabinetpostal.bcn.cat/) es accesible; pero parece que ni a sus autores ni a sus responsables se les cae la cara de vergüenza viendo sigue funcionando a medias y describiendo todos los sellos igual; “nombre del objeto” (en castellano): “segell” (sello en catalán).
Del resto de fondos. Ni palabra. Todos fuera del posible examen o estudio de aficionados e investigadores. Y los sellos, por supuesto, también escondidos. Quien los quiera ver debe conformarse con contemplar su imagen por Internet; esp, por supuesto, cuando le toque el turno de ser escaneado al ejemplar correspondiente.
Señor Director de Filatelia de Correos, señor Alcalde de Barcelona: sepan apreciar el ejemplo que nos ofrece el modesto pero modélico Museo de la Filatelia de Oaxaca: el MUFI.
Quien desee aproximarse a él puede hacerlo a través de su web: www.mufi.org.mx/