Falso convertido en auténtico por los expertos

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La huella del falsificador 38

Publicado en El Eco Filatélico y Numismático (junio 2013)

 

Queridos amigos hoy vamos a tratar de un caso verdaderamente pintoresco y hasta cierto punto increíble, pero que, como todas las cosas tiene su explicación. He dicho explicación, sólo eso. Sobre si tiene o no justificación, es un juicio que cada uno puede elaborar a partir de sus propios criterios y tras el examen que realizaremos.

De todos los coleccionistas de Andorra es bien conocido que el sello más raro es, con mucha diferencia, el valor de 1 peseta de la emisión 1935-1943 catalogado con el número 41 por Edifil. Se trata del famoso 1 peseta con dentado 11½ sin numeración al dorso y emitido, teóricamente, el año 1938.

Cuentan que de este sello sólo existió una hoja de 100 ejemplares que en su día fue vendida en Madrid y de ahí su extraordinaria rareza. La realidad es otra, porque si sólo se hubieran vendido 100 sellos en 1938, su rareza sería el doble que, por poner un ejemplo, la del sello de España Edifil 602A, el 4 pesetas habilitado “República Española” del que sabemos se vendieron dos pliegos de 100 ejemplares cada uno en Barcelona.

Además, el sello andorrano debería tener en el mercado un valor muy superior al 4 pesetas sobrecargado “República Española”, no ya porque en origen sólo hubiera la mitad, sino porque el primero es un sello tipo y el segundo un error. Es muy superior el número de coleccionistas de sellos tipo de Andorra al de quienes se especializan en errores de España de la época republicana.

Pasemos a contemplar la interesante pieza de la la figura 1. Una hoja de la que casi nadie ha tenido conocimiento:

Fig. 1 - El valor de 1 peseta de Andorra, Edifil nº 41, en hoja completa

Fig. 2 - Dentado de peine 11,4 tipo I utilizado por la FNMT

Fig. 2

¡El peseta en hoja completa!

¿Pero no dicen que de ese sello sólo existió una hoja de la que se partieron los escasos ejemplares conocidos?

¡Claro que no! Sólo por mis manos han pasado dos pliegos (por supuesto, uno de ellos es el reproducido más arriba). En ambos casos se entregaron a un experto que los cortó de uno en uno excepto los de las esquinas que lo fueron en bloques de cuatro. El experto exigió adquirir el bloque de cuatro de la esquina superior derecha, donde debería figurar la numeración si se hubiese tratado de una tirada ordinaria, y entregó 84 sellos individuales más 3 bloques de cuatro con sus correspondientes certificados. Y, así, con los dos pliegos.

Los sellos, impresos por calcografía, son a todas luces, originales. Pero el dentado es, también sin ningún género de dudas, falso. ¿Siendo falsos se certifican como auténticos?

¿Dónde está el misterio?

No hay ningún misterio.

Fig. 3 - Primera perforación del peine.

Fig. 3 – Primera perforación del peine.

Fig. 4.- Segunda perforación

Fig. 4.- Segunda perforación

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lo primero que debemos hacer es comprobar que ciertamente el dentado sea falso.

El dentado original de este esta emisión es 11½ de peine. El “artista” cuando “dentó” el pliego hizo lo posible por darle la apariencia de un dentado de peine y por esa razón en la hoja de la figura 1 sobresalen en cada línea horizontal 10 perforaciones en el borde derecho de la hoja. Eso ha de ser así porque si el peine se va desplazando de izquierda a derecha, según va haciendo los taladros, es preciso una última acción en la que, al dentar por el lado derecho los sellos de la última columna, necesariamente dejará esas perforaciones horizontales en el margen.

El peine debiera ser de la forma que nos muestra la figura 2.

Observemos la figura 3: Es la reconstrucción de una hoja en la que se ha empezado el proceso de dentado de peine con una primera perforación; tras ella, el peine se desplazará hacia la derecha realizando una segunda perforación como se ve en la figura 4; y así sucesivamente hasta concluir con el dentado de las diez columnas de sellos que forman la hoja.

Por su parte, en las figuras 5 y 6 se reproduce cómo estaría la hoja tras la penúltima y la última perforación del peine.

Fig. 5 - Penúltima perforación de la hoja

Fig. 5 – Penúltima perforación de la hoja

Fig. 6 - Última perforación de la hoja

Fig. 6 – Última perforación de la hoja

Fig. 7 - Penultima perforacion de la esquina

Fig. 7 – Penúltima perforación de la esquina

Fig. 8 - Ultima perforacion de la esquina

Fig. 8 – Última perforación de la esquina

Cuando el peine es horizontal y se mueve de arriba hacia abajo, el dentado lo vemos sobresalir por el margen inferior y si el peine empieza a perforar por la última fila y se va moviendo hacia arriba, es el margen superior el que tiene esos dientes de más.

Y precisamente ese movimiento del peine es el que nos ofrece la pista para comprobar la autenticidad del dentado, ya que cuando el movimiento es horizontal los dientes verticales de ambos lados de cada sello deben ser idénticos pues han sido hechos con las mismas púas del peine. De la misma manera, en cada pareja horizontal los dentados superiores de cada sello deben ser idénticos, como también los inferiores deben ser iguales entre sí.

Para poder contemplar con más claridad cómo se efectúa el proceso de dentado, en la figura 7 se puede ver el bloque de cuatro de la esquina superior derecha al que ha alcanzado la penúltima perforación y, finalmente la figura 8 ya con el dentado final. Es éste último paso el que explica, como antes hemos comentado que sobresalgan dientes por el margen derecho.

Vamos a comprobarlo con el examen de la cabecera de una hoja del sello no emitido de 4 pesetas de Alfonso XIII habilitado “República Española” de la figura 9.

Fig. 9 - NE026 Cabecera de hoja

Fig. 9 – NE026 Cabecera de hoja.

En primer lugar extraemos una plantilla de los dientes del primer sello que corresponden a la parte superior del peine y a su vez ha de ser común para todos los sellos de la misma fila (figura 10).

Fig. 10 - Dentado auténtico

Fig. 10 – Dentado auténtico

A continuación los superponemos sobre los demás sellos y comprobamos que, efectivamente, la posición de todos y cada uno de los dientes coincide perfectamente con la de los de cualquiera de los otros ejemplares de la pieza como no podía ser de otra manera por tratarse de una pieza original en la que todos los sellos pertenecen a la misma fila.En la imagen nº 11 se comprueba esa plena coincidencia, si bien hemos superpuesto en color rojo el dentado del primer sello únicamente sobre los sellos de las posiciones 2, 4, 6. 8, y 10 para su mejor visualización.

Fig. 11 -  Coincidencia de los dentados por estar hechos con los mismos punzones del peine original

Fig. 11 – Coincidencia de los dentados por estar hechos con los mismos punzones del peine original

Si ahora procedemos de igual manera con los ejemplares de la hoja del peseta de Andorra, comprobaremos que en ningún caso se da una plena coincidencia. Como es evidente, no podemos exponer las diferencias de todos los ejemplares d e la hoja, así que nos conformaremos con poner como ejemplo la falta de concordancia entre el dentado del primer sello de la primera fila con los 5 últimos de esa misma fila (figura 12).

Fig. 12 - No hay coincidencia porque las perforaciones están hechas manualmente una a una.

Fig. 12 – No hay coincidencia porque las perforaciones están hechas manualmente una a una.

Tras llegar a la certeza de que el dentado es falso surge una pregunta inquietante: ¿Tan torpes son los expertos que dan por buenos cientos de sellos que no cabe la menor duda son perforaciones privadas de pruebas impresas en hojas?

Pues claro que no. Lo que sucede es que si no se dieran por buenos esos sellos, el nº 41 de Andorra debería ser eliminado del catálogo.

Ahora, tras constatar la postura adoptada por los generalidad de los expertos hemos de plantearnos dos nuevas cuestiones que cada uno se puede contestar por su cuenta ya que no es de esperar que ninguno de los peritos salga a la palestra a dar una contestación:

1.- ¿No sería más correcto decir la verdad? ¿Confesar que el dentado de estos sellos es privado y que únicamente de esta forma los puede adquirir quien desee incorporarlos a su colección?

2.- ¿Cuánto tiempo tardará algún “dentista” en ponerse manos a la obra con alguna otra hoja que todavía se conserva sin dentar?

La filatelia necesita más transparencia.