La huella del falsificador 041
El período de la historia de España conocido como Sexenio Democrático o Sexenio Revolucionario comenzó con “La Gloriosa” o “Revolución de 1868”, la rebelión o alzamiento militar para derrocar a la reina Isabel II y dar paso, en un primer momento, a la monarquía parlamentaria de Amadeo I.
18 de septiembre de 1868. Alzamiento de la armada, dirigida por el general Juan Bautista Topete, y del ejército, al mando por los generales Prim y Serrano. El pronunciamiento militar se plasma en el célebre manifiesto que finalizaba con el grito que le daría nombre “¡Viva España con honra!”
19 de septiembre. Luis González Bravo dimite como presidente del último gabinete ministerial de Isabel II. El alzamiento comienza a extenderse por todo el país.
20 de septiembre. Se constituye en Sevilla la primera Junta Revolucionaria que tendría su réplica en las ciudades más importantes del país.
28 de septiembre. Los sublevados, al mando del general Serrano vencen en la batalla de Alcolea a las fuerzas leales a la reina dejándoles despejado el camino hacia Madrid.
29 de septiembre. Levantamiento popular en Madrid contra el gobierno al tenerse noticia de su derrota en la batalla de Alcolea y formación de la Junta Provincial Revolucionaria.
30 de septiembre. Isabel II parte de San Sebastián en dirección a Paris para no regresar nunca más a España.
3 de octubre. Llegan a Madrid los generales Topete y Serrano y la Junta Provisional Revolucionaria de Madrid, sin consulta a las demás Juntas, encarga a este último la formación de un gabinete ministerial para el gobierno de la nación.
7 de octubre. Llega a Madrid el general Prim al que se espera para formar un nuevo gobierno.
8 de octubre. Formación del Gobierno Provisional presidido por el general Francisco Serrano y en el que ocupó la cartera de Hacienda don Laureano Figuerola.
Antes de constituirse el Gobierno Provisional, la Junta Provincial de Madrid (quiere ello decir, por tanto, que con carácter local) publicó el 1 de octubre en la Gaceta de Madrid el siguiente acuerdo (ni orden, ni decreto ni ley para lo que no estaba legitimada):
“A fin de salvar los intereses del dominio público y los importantes valores que contiene esa Fábrica, la junta provisional acuerda que, en todos los papeles timbrados y sellados, se ponga la frase Habilitado por la Nación: en los sellos de Telégrafos, de Correos y otros que por su reducido espacio, fuese difícil la colocación, se estampará la fórmula sobre el busto de la ex-reina.
Madrid 30 de septiembre de 1868=Por la Junta Provisional Laureano Figuerola.=Nicolás María Rivero.= Francisco Jimenez de Guinea.=Mariano Vallejo.= José María Carrascón.
Sr. Administrador de la Fábrica del Sello.”
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Con estos antecedentes históricos pasemos a estudiar la pieza reproducida en la figura 1. Que hubo de ser retirada de una reciente subasta pública por ser falsa.
Se trata de una carta escrita en Madrid y dirigida a Trujillo con un sello de 50 milésimas que era el valor facial correcto para el franqueo de una carta nacional. Tiene estampado el correspondiente fechador de Madrid del 26 de mayo de 1868. El sello fue matasellado con la parrilla con el número 1 correspondiente a la capital. Hasta aquí todo muy corriente y sin mayor interés. Lo que da valor a la carta es que el sello tiene la sobrecarga “HABILITADO/ POR LA/ NACIÓN” (ver figura 2)
e Madrid a Trujillo con sello “Habilitado por la Nación”
Estas habilitaciones han sido muy falsificadas. Por ello parecería lógico ampliar la imagen y estudiar si se corresponde con el diseño y la tinta originales. Ese es el camino que debió escoger el perito que certificaba, de forma errónea:
“He examinado el sobrescrito fechado en Madrid el 26 de Mayo de 1868 franqueado con un sello de España valor 50 Mils. de Escudo castaño (…) con la sobreimpresión en color negro ‘HABILITADO POR LA/NACION’ del Tipo 1 del mal denominado de Valladolid (…) EN MI OPINION sello, habilitación, marca y matasellos son auténticos y el conjunto es original de la época y a mi juicio es documento de notable rareza e interés para colección especializada.”
No era preciso un examen técnico de la sobrecarga. La carta necesariamente es falsa porque es imposible que se utilizara el 26 de mayo un sello con una habilitación que se aprobó ¡4 meses más tarde¡
En ocasiones tenemos un exceso de fe en la tecnología o queremos presumir de disponer de unos recursos técnicos punteros que van más allá de lo que son sus posibilidades reales.
Como vemos, eso puede dejarnos en ridículo si los incontrovertibles datos históricos nos llevan la contraria.
Podría argumentarse, como explicación, que la fecha de la marca fuese errónea; pero está claro que eso no es así porque el texto manuscrito en el interior de la carta está fechado el mismo día (fig. 3).
Ante cualquier prueba pericial lo primero es ubicarla en su contexto histórico y conceptual para encontrarle una explicación lógica. Determinar que se trate de una pieza original en su conjunto, un montaje o manipulación o una falsificación, será algo a estudiar más tarde.