Dependencias postales, Historia Postal — 27 de enero de 2016

Historia Postal de la Isla de Trinidad 1764-1797

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1. INTRODUCCIÓN

La historia postal de la Isla de Trinidad de Barlovento, como en la época se le denominaba para diferenciarla de Trinidad de Cuba, es muy conocida en el período británico, pero en el español resulta todavía un verdadero misterio.(1) Sin embargo, la Isla de Trinidad se incorporó al sistema de comunicaciones español desde el primer momento del establecimiento de la Real Renta de Correos y Postas en los territorios coloniales americanos y en las Islas Filipinas, es decir, en 1764. El correo español enTrinidad habría de durar hasta 1797 fecha de su toma por los británicos y de su pérdida definitiva para España.

Mapa ISLA DE TRINIDAD 1751 copia

«Provincia Quitensis. Societatis Iesu in America Topographica exhibita nec non A.R.P. Ignatio Vicecomiti In Comitus Generalibus» por Giovanni Petroschi y Carolo Brentano. Roma, 1751.

La población de Trinidad hasta 1783 era muy escasa y ello se notó ampliamente en el tráfico postal de la misma. Fue a partir de la promulgación de la real cédula de 24 de noviembre de 1783, mediante la cual se daba a conocer el «Reglamento de Población y Comercio», cuando empezó a notarse un incremento poblacional y en el volumen de las transacciones comerciales de la citada isla. La real cédula de 1783 constaba de 28 artículos que permitieron el asentamiento de extranjeros católicos que jurasen vasallaje y fidelidad al rey de España, al tiempo que les fue concedido un amplio régimen de exenciones y franquicias tendentes a consolidar la presencia de nueva población colonizadora en la isla.

Entre 1784 y 1790 la población logró, al amparo de las nuevas medidas, aumentar mas de un 127%. Cuando en 1797 la isla fue tomada por los ingleses, su población se había multiplicado por cinco respecto a la de 1776. Por su lado, ni los decretos de libre comercio de 1765 ni los de 1778 afectaron positivamente a la isla de Trinidad, pero sí lo hizo la real cédula de 1783. La poca población era la causa de la improductividad de la isla antes de 1783, lo que la hacía incapaz de ocupar un puesto digno de mención en el tráfico comercial de las Antillas.

Desde 1783 se dieron una serie de facilidades al comercio, lo que unido al aumento demográfico, terminaron provocando efectos positivos en el territorio. Aunque los buques españoles no mostraron un gran interés en el comercio de Trinidad, los ingleses y franceses fueron atraídos al abrigo de la nueva situación. En  la década de 1780 el volumen de la exportaciones se multiplicaron casi por veinte y las importaciones casi por nueve si se compara con la situación anterior a 1783. Hasta 1770 el principal puerto de la América española relacionado con la Isla de Trinidad fue Portobelo, cuyas conexiones con España eran amplias, gracias al tráfico del cacao guayaquil, con mas del 65% del valor de las importaciones de Trinidad provenientes de las colonias españolas entre 1720 y 1770, situación que cambió a   partir de esa fecha en que la preponderancia recayó en Cumaná.

Por lo que respecta a las relaciones comerciales con las colonias extranjeras, estas se hicieron legalmente desde 1783 con Martinica, Granada, San Eustasio, Santa Lucía. Guadalupe, Santo Tomás y Curaçao.(2)

2. ESTABLECIMIENTO Y FUNCIONAMIENTO DE LA ADMINISTRACIÓN DE CORREOS

La administración de correos de la Isla de Trinidad se estableció en 1765, a la vez que se creaban las de Cumaná, Maracaibo e Isla Margarita(3), siendo su primer administrador Bartolomé Prieto de Posadas, que habría de gestionar el oficio hasta principios de 1776, según se refiere en carta del Gobernador de la Isla de Trinidad dirigida al administrador de correos de Puerto Rico, Juan Henry. El 26 de marzo Juan Henry contestó al Gobernador que era conveniente nombrar cómo administrador interino a Juan Trujillo. La carta incluía una Instrucción especial para que se ajustasen las cuentas de todo el período de administración de Prieto de Posadas de acuerdo a un método determinado y que después se remitieran al administrador de Correos de Caracas, ya que aquel no había cumplido con lo que establecían las ordenanzas de la Renta de Correos en cuanto a la formación de la contabilidad.(4)

Juan Trujillo remitió las cuentas de gran parte de su período de administración (1776-1786), aunque las del administrador Prieto de Posadas (1766 a 1774), se remitieron finalmente al administrador de Puerto Rico por Juan Trujillo en 17875.(5) En 1791 se nombró como último administrador de correos de Trinidad a Juan Roldán y Pérez.(6) En vista de que el gran tráfico postal para Trinidad se recibía por la vía de Puerto Rico y que realmente dicha isla era la que redistribuía su correo hacia el exterior (según hemos podido evaluar, un 65% del valor del mismo le llegaba vía Puerto Rico a principios de la década de 1790), así como que el administrador de Puerto Rico era realmente con quién se comunicaba con mas frecuencia el Gobernador de Trinidad en materia de Correos, hizo que desde la Superintendencia General de Correos se la desvinculara postalmente de Caracas para pasar a depender del Administrador de Puerto Rico a partir de 1777, aún estando mucho mas cercana por su ubicación geográfica de la costa oriental de Venezuela en la que funcionó un correo mensual por tierra desde 1778 hasta Cumaná. (7)

3. LAS RUTAS POSTALES Y EL PROBLEMA DE LA DISTRIBUCIÓN DEL CORREO

Tras la creación de los Correos Marítimos con base en el puerto de La Coruña, se promulgaron las «Instrucciones» para el Administrador del Correo Marítimo de dicha ciudad de 24 de agosto de 1764, fecha por otro lado del «Reglamento Provisional del Correo Marítimo». En su artículo 2.º se establecía:

«Para facilitar de esta expedición distribuirá con separación los pliegos siguientes que deberá colocar en los cajones.

La correspondencia de Caracas, Santa Marta, Margarita, Trinidad, Cumaná y el Río Orinoco, se podrá dejar en la Isla de Puerto rico, cuyo administrador se debe entender con el de Caracas y demás para su dirección y recibo de las respuestas».

Por otro lado, en la «Instrucción particular que manda Su Majestad observe el Administrador que se ha de establecer en la ciudad e Isla de Puerto Rico» que recibió el administrador de correos de Puerto Rico de fecha 24 de agosto de 1764, se le encomendó:

«recoger la correspondencia para Santa Marta, Maracaibo, Caracas, Cumaná, Río Orinoco e Islas de Margarita y Trinidad, encaminándola a estos parages en las balandras o embarcaciones del comercio, reglando también la forma de recibir las respuestas, deputando personas en estos puertos e islas, que cuiden del despacho de cartas en calidad de administradores, y le embien las relaciones mensuales como administrador general de aquéllos parages.» (9)

Estos fueron los documentos básicos que sirvieron de inicio al tráfico postal en la Isla de Trinidad. Ciertamente se hace notar que desde un primer momento la vía de Puerto Rico fue especialmente importante en sus comunicaciones postales como punto de reexpedición. En 1769-1770, un particular, Pascual Martínez Marco, propuso a la Renta de Correos, establecer de su cuenta una «caxa de correo general» para Cumaná, Isla Margarita, Isla Trinidad y Río Orinoco, es decir, todo el oriente venezolano, por entonces dependiente políticamente de la Audiencia de Santa Fe, aunque sin embargo, el proyecto no llegó a abordarse. (10)

Los efectos de las nuevas iniciativas de la corona española iniciadas en 1783 se debieron notar pronto en el aumento del tráfico postal, pues así lo refiere un testimonio documental enviado por su Gobernador a los responsables en Madrid de la Renta de Correos, hecho que a su vez creó una mayor necesidad de comunicación postal con el exterior, especialmente en lo que se refiere a las demandas de los nuevos colonos extranjeros asentados en el territorio al amparo de las nuevas disposiciones de poblamiento:

«La correspondencia que antes del año de 84 había en esta Ysla, era cortísima o ninguna con la Metrópoli, no habiendo aquí otra populación que la de los naturales; ni otro europeo que el Gobernador; pero desde dicho año, ha quatriplicado, así con los extrangeros que se han admitido en virtud de la Real Cédula de 24 de noviembre de 83, cómo con españoles europeos que han venido: oficiales, tropa y varios empleados que se han destinado para varios obgetos de este nuevo establecimiento.

Con fecha 20 del citado abril, ha prolongado Su Majestad los privilegios concedidos en la citada Real Cédula, y acordó varias gracias que seguramente promoverán la emigración de las Yslas extrangeras inmediatas y resultar· un aumento a su agricultura y una multiplicación de tratos y expediciones mercantiles a la Metrópoli, que ya ha empezado; y a todo será consiguiente, una correspondencia más frequente y numerosa.

Con esta atención, me parece conveniente para sacar todas las ventajas posibles a favor de la Renta, que la correspondencia se entable con cierta regularidad, y a este fin tengo escrito al administrador de Caracas solicitando, que luego que allí se reciba el correo mensual y se despachen los pliegos a Cumaná, siga por tierra con otro expreso hasta la costa a este Golfo, adonde yo tendré cuidado de embiar uno de los barcos del Rey empleados en este Gobierno para que conduzca el paquete, pues estoy cierto que por falta de este orden es considerable la pérdida que hasta ahora ha sufrido la Renta …» (11)

No aprobaron, sin embargo, los Directores Generales de la Renta de Correos en Madrid la citada propuesta del Gobernador de la Isla de Trinidad hasta tanto se consultara sobre el asunto al administrador de correos de Caracas. En su contestación de 25 de marzo de 1791, los Directores Generales, le comunicaban que de momento resultaría muy difícil dar respuesta positiva a lo demandado por el Gobernador dado que el coste del sistema propuesto sería muy superior a los productos recaudados normalmente por el Correo en la Isla de Trinidad, que seguiría dependiendo de la llegada y despacho de buques del comercio que hacían escala en su costa, sistema ya indicado por el administrador de correos de Puerto Rico el 17 de octubre de 1765 en su carta al Gobernador de Trinidad. (12) Argumentaban los responsables de la Renta de Correos:

«… pidiendo al mismo tiempo al citado Administrador algunas noticias para ver el modo mejor de recivirse en esa Ysla la correspondencia con una regularidad y menos atraso que ahora, suspendiendo hasta tanto escribir a este fin al Administrador de Caracas para que se despache el Correo por tierra desde Cumaná a la Costa del Golfo y la recoja el barco del Rey que Vuestra Señoría nos dice tendrá cuidado de enviar por ella, aunque se nos ofrece el reparo de que si no hay pueblo inmediato a la Costa donde el

Correo deja la correspondencia será mui casual que este y el varco se encuentren sin tener que esperarse uno a otro mucho tiempo; y que puede costar tanto el citado correo, que suponga más que el importe de la correspondencia que condugese y en fin, veremos con las noticias expresadas que se nos diesen, qual sea lo mejor que pueda disponerse en mejora del giro de esa correspondencia …» (13)

Sin embargo, a finales de 1791 se había establecido un correo mensual de Cumaná a la Aduana de San Juan del Río Areo o Guarapiche, por donde giraba el correo desde Caracas a la Isla de Trinidad, enlazando la isla con San Juan del Río Areo por medio de una lancha del resguardo del contrabando de la Real Hacienda.(14)

La falta de fuentes sobre el tráfico postal de la Isla de Trinidad es muy señalada si la comparamos con la mayoría de administraciones americanas durante el período de funcionamiento de la Real Renta de Correos. En la actualidad sólo hemos podido estudiar con garantías las cuentas de la administración de correos de Trinidad de 1791 y 1792, fechas por otro lado, de mayor actividad postal con respecto a las décadas inmediatamente anteriores, ya que se estaba produciendo en la Isla una mayor actividad comercial gracias al nuevo impulso colonizador iniciado por la Corona española.

Los pocos años de la muestra deben verse con extremo cuidado, pero son los únicos que hemos podido examinar con garantías. En las mismas no aparecen especificados los destinos de las cartas de la Isla de Trinidad despachadas por la vía de Puerto Rico (sólo se hace mención de este hecho) y aparece sólo el valor de las cartas, no el número de buques que las transportaron.

Tabla 1

Las conclusiones que hemos extraído de la observación del tráfico en esos años ponen de manifiesto (tabla 1), teniendo en cuenta lo exiguo de la muestra, dos tipos de despachos desde el exterior, según el valor de la correspondencia expresado en reales de vellón: los que venían por vía directa sin escalas (el 24,53% del valor total), y los realizados por la vía de la Isla de Puerto Rico (el 65,47%). Por lo que respecta al Correo llegado directamente a Trinidad desde otros lugares, mayoritariamente por medio de buques del comercio, destacan como puntos de despacho el complejo La Guaira-Caracas, que representa el 25,48% del tráfico postal total con la Isla de Trinidad. El resto de puertos del área venezolana (Barcelona y Cumaná) suman el 0,27%, así es que Venezuela agrupa al 25,75% del tráfico postal total llegado a Trinidad directamente. Veracruz, puerto de salida en la Nueva España, envió el 4,03% del valor del correo de Trinidad y muy de lejos La Habana con sólo el 0,26%. España representó el 4,49% del tráfico, aunque los dos puertos de destino (Cádiz y Santa Cruz de Tenerife) arrojan un resultado muy desigual, el 4,4% y el 0,9% respectivamente. Es muy posible que la tendencia observada en el correo directo con Trinidad con respecto a los puertos relacionados postalmente con ella, fuese la misma proporcionalmente que la del correo llegado vía Puerto Rico, aunque es evidente que debió existir algún puerto importante que no se refleja en estas partidas contables como Portobelo, cuya relación comercial con Trinidad vía Puerto Rico fue siempre importante.

Tabla 2

Queda apuntado que los destinos del correo despachado por la vía de Puerto Rico no se especifican, pero es evidente que dicha Isla sirvió de plataforma de reexpedición del Correo de la Isla de Trinidad, así es que es muy importante conocer las conexiones postales de Puerto Rico con el resto de la América española y con la misma España. De un muestreo que refleja la tendencia del tráfico postal general de la Isla a lo largo de cuatro décadas, hemos compuesto la tabla 2 que arroja información sobre el porcentaje del valor del correo enviado a Puerto Rico desde otros puertos españoles en América, lo que muestra de una manera clara y concisa los ejes de relación postal exterior de la isla. Hemos dividido el tráfico en dos bloques, el procedente de España y el llegado desde la América Española. El predominio en lo relativo a España es absoluto del puerto de La Coruña (el 95,5%) sin duda debido a que Puerto Rico fue escala del Correo Marítimo de Indias desde 1764 y que se convirtió desde 1772 en una plataforma importante de lanzamiento de los paquebotes correo a Cartagena de Indias y Portobelo, y mas tarde a Caracas, primero a través de línea regular de la Compañía de Caracas y mas tarde por propios buques de la renta de Correos. El resto de puertos americanos se recogen meridianamente en la tabla.

 

 

APÉNDICE DOCUMENTAL

Documento 1

1765, octubre, 17. Puerto Rico.

Oficio del Administrador Principal de Correos de Puerto Rico al Gobernador y Capitán General de la Isla de la Trinidad de Barlovento.
Copia certificada (Puerto Rico, 16 de marzo de 1776).
AGI, Correos, 332 A

«Mui Señor mío y mi dueño:

Participo a Vuestra Señoría hallarme en esta Ysla de orden de Su Majestad de  Administrador de la Renta de Correos, y con comisión para diputar persona en esa, que cuide del despacho y recibo de la correspondencia; y haviendo venido últimamente sugeto que sirva la Administración de Caracas, que creo tenga la misma orden para nombrar los que se necesiten en las ciudades y pueblos de sus inmediaciones en calidad de administradores; lo que participo a Vuestra Señoría a fin de que si dicho administrador de Caracas no tiene nombrado sugeto en esa, se sirva Vuestra Señoría hacerlo en un vezino vien quieto, señalándole el ocho por ciento de las cartas y pliegos que veneficie, previniéndole abra buzón o augero en la casa de su havitación, para los que quieran escribir para todas partes lo puedan hacer libremente, dirigiendo dichas correspondencias por las embarcaciones que salgan de esa, así para Caracas, Santo Domingo y esta, o para donde lleven el destino, la qual vaya empaquetada o encajonada al administrador del Correo. Asimismo llevará dicho administrador cuenta y razón en un libro de las cartas y pliegos que entren en su poder dando la cuenta mensualmente al administrador de Caracas, cómo más inmediato. Con este motibo me ofrezco a la disposición de Vuestra Señoría aguardando Órdenes en qué poder complacerle, etc.»

 

Notas
(1) Para el período británico pueden verse los siguientes trabajos: MARRIOTT, John B. The Philatelic History of Trinidad to 1862. Londres, 1963 y PROUD, Edward B. Aleong, Joe Chin. The Postal History of Trinidad and Tobago. Haethfield, 1997.
(2) Para una completa historia de la Isla de Trinidad en el siglo XVIII véase la obra que nos ha servido de base: SEVILLA SOLER, Rosario. Inmigración y cambio socio-económico en Trinidad (1783-1797). Sevilla, 1988. Otras investigaciones: ORTEGA COSTA, Antonio de P. y GARCÍA OSMA, Ana M., «Móviles de la ocupación de la isla de Trinidad por los ingleses», Separata de la revista Cuadernos Hispanoamericanos, 236, agosto, 1969 y PÉREZ APARICIO, Josefina, Pérdida de la Isla de Trinidad. Sevilla, 1966.
(3) AGI, Correos, 51 A. Oficio del Administrador de Correos de Caracas a los Directores Generales de Correos, Caracas, 26 de enero de 1778.
(4) AGI, Correos, 332 A, Oficio del Administrador de Correos de Puerto Rico al Gobernador de la Isla de Trinidad de Barlovento, Puerto Rico, 26 de marzo de 1776.
(5) AGI, Correos, 332 B, Oficio del Administrador de Correos de Puerto Rico a los Directores Generales de la Renta de Correos, Puerto Rico, 9 de junio de 1787.
(6) AGI, Correos, 332 B. Oficio de los Directores Generales de Correos al Gobernador de la Isla deTrinidad de Barlovento, Madrid, 25 de marzo de 1791.
(7) AGI, Correos, 335 B. Oficio de los Directores Generales de Correos al Administrador de Correos de Puerto Rico, Madrid, 26 de marzo de 1777. AGI, Correos, 51 A. Oficio del Administrador de Correos de Caracas a los Directores Generales de Correos, Caracas, 26 de enero de 1778.
(8) Impreso.
(9) Impreso.
(10) AGI, Correos, 456 B.
(11) AGI, Correos, 332 B, Oficio del Gobernador de la Isla de Trinidad de Barlovento a los Directores Generales de Correos, Trinidad de Barlovento, 11 de septiembre de 1790.
(13) AGI, Correos, 332 B, Minuta de oficio de los Directores Generales de Correos al Gobernador y Subdelegado de la Renta de Correos de la Isla de Trinidad, Madrid, 25 de marzo de 1791.
(14) AGI, Ultramar, 848.