Filatelia, Guerra Civil — 1 de julio de 2014

La emisión local patriótica de Mondragón

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En el mundo de las sobrecargas de la guerra civil se ha venido catalogando la emisión de Mondragón, formada por catorce sellos sobrecargados con sello de caucho y estampación manual. Se utilizaron dos sobrecargas distintas y tintas de varios colores:

Figura 1

Muestras de los dos tipos de sobrecarga

La emisión consta así de un total de veintiocho sellos:

 

Figura 2

Emisión con la sobrecarga tipo I

 

Figura 3

Emisión con la sobrecarga tipo II

Dentro de la gran familia de sobrecargas de la Guerra Civil, ésta es una de las emisiones que tradicionalmente ha gozado de más prestigio, ya que la bibliografía referencia sistemáticamente que fue “autorizada por el Gobernador Militar de Guipúzcoa, Sr. Melgar”.

Nos ha llegado fotocopia de un certificado emitido en 1938 transcribiendo la orden por la que el Gobierno militar de San Sebastián autorizaba la sobrecarga (“recarga”, en sus términos) de algunos valores republicanos. Su escasa legibilidad dificulta concretar algún detalle, pese a lo cual resulta sin duda un documento de extraordinario valor.

Figura 4

Documento en el que se sustenta la autorización oficial de la sobrecarga.

Seguidamente ofrecemos su transcripción:

       CERTIFICO: Que por este Gobierno Militar fué extendida la autorización que, según
copia que obra en los Archivos de este Gobierno, dice textualmente lo que sigue:

Para celebrar la conquista de esta Capital y hasta que por XXXXXXX legítimo Gobierno se
pongan en circulación los sellos que se emplean para [España] XXXXXón, se autoriza,
provisionalmente, para recargar los actuales de la nefasta República, con las leyendas de
GOBIERNO NACIONAL DE ESPAÑA, o DIOS PATRIA Y REY, indistintamente en la forma
que se expresa en los ejemplares adjuntos.

San Sebastián, 28 de septiembre de 1936

Firmado de O. del Comandante Militar
     EL T. CORONEL JEFE DE E.M.
                M. MELGAR
Subsecretario del Ministerio de Defensa Nacional

 Hay un sello que dice: COMANDANCIA MILITAR DE SAN SEBASTIAN E.M. 

Y a petición del Director del Boletín Filatélico Español, extiendo el presente CERTIFICADO en
        San Sebastián, a 24 de Noviembre de 1.938
                      III Año Triunfal

EL JEFE DEL ARCHIVO
        (firma ilegible)

                  VºBº
EL GOBERNADOR MILITAR
    firma José Ma. Baigorri

 

AL SR. MANCHEÑO, DIRECTOR DEL BOLETÍN FILATÉLICO ESPAÑOL
                                                                                    GARIBAY, 7 SAN SEBASTIAN.

Es éste un documento complejo, que analizaremos a continuación. Se trata de una certificación expedida en 1938, sobre la existencia de una orden de 1936 autorizando la puesta en circulación de sellos sobrecargados. La certificación transcribe textualmente la orden original, siendo firmada por el jefe del archivo y con el visto bueno del gobernador militar del momento. Además, curiosamente se adhieren también al certificado muestras de los sellos autorizados, concretando así el pretendido alcance de la emisión.

Contrariamente a lo recogido en la bibliografía, Mauricio Melgar y Álvarez Abreu, teniente coronel de Estado Mayor que firma la orden original, no fue quien autorizó la emisión pues ocupaba el cargo de ayudante. La potestad para autorizarla correspondía lógicamente al gobernador militar, y así consta en el documento cuando infrascribe “Firmado de O. del Comandante Militar”.

Tras la toma de San Sebastián por el coronel Beorlegui el 13 de septiembre de 1936, el coronel Arturo Cebrián Sevilla fue nombrado Comandante Militar el 19 de septiembre, cesando el 17 de noviembre del mismo año. Su sustituto, el también coronel Alfonso Velarde Arrieta ocupó el cargo hasta el 28 de julio de 1938, fecha del nombramiento del general José María Baigorri Aguado, quien firma el visto bueno del certificado. Por ello, teniendo lugar en 1936 la autorización original, la orden tuvo que ser firmada por el coronel Cebrián.

Sorprenden algunas características tanto de la autorización como del mismo certificado que la transcribe. Obsérvese que San Sebastián cae un 13 de septiembre, se nombra Comandante Militar el 19 de septiembre y sólo nueve días después, en medio de la vorágine política y social del momento, se encuentra tiempo para negociar y autorizar algo tan poco prioritario como la sobrecarga de unos sellos. Ni siquiera el argumento propagandístico resulta suficiente para sustentarlo, pues si bien es cierto que se sobrecargaron sellos republicanos, la emisión incluyó también dos sellos nacionales de la Cruzada contra el Frío.

Con respecto a los sellos de la Cruzada contra el Frío, hay que tener presente que fueron promovidos personalmente por el general Mola con carácter benéfico, a fin de recaudar fondos para sus soldados en el frente. La primera emisión -que incluye los dos sellos con las presentes sobrecargas- fue anunciada en el Diario de Burgos el día 24 de octubre de 1936, casi un mes después de la fecha de la orden original. Y en lo tocante a San Sebastián, extractamos el siguiente párrafo del polémico libro “General Mola” de José María Iribarren, secretario personal del general, que fue censurado y retirados de circulación sus ejemplares:

«Por aquellos días (noviembre del 36), tomó (Mola) con singular empeño la venta
de sellos de la «Cruzada contra el frío». A todo el que pedía pases o entraba a
visitarle le invitaba a engrosar la suscripción, y consiguió vender muchísimos de
aquéllos. Todo para que a sus soldados no les faltasen prendas de abrigo.»

Es decir, Mola se implicó personalmente en la suscripción y venta de estos sellos a primeros de noviembre, pocos días después del anuncio de su emisión en la prensa de Burgos, y más de un mes después de la orden original que autorizaba la sobrecarga de unos valores que aún no habían sido formalmente emitidos. A estas discordancias de fechas podemos sumar el hecho de que la primera carta conocida con los sellos de la Cruzada contra el Frío está fechada en noviembre de 1936.

En el documento se aprecia también que la anulación de los sellos está realizada con matasellos fechador de puente “VALORES DECLARADOS/ SAN SEBASTIÁN”, si bien no se alcanza a ver la fecha. Si ya de por sí resulta ilógico que a un certificado militar -que no deja de ser una copia de lo que se dice consta en los archivos- se adhieran sellos patrióticos para “reconstruir” el documento original, nada menos que dos años después de la emisión, que estos sellos sean anulados con un cuño de Correos es sencillamente increíble. En todo caso, lo razonable de esperar sería que hubieran sido anulados con el tampón “COMANDANCIA MILITAR DE SAN SEBASTIÁN/ ESTADO MAYOR”, que ya se utiliza en el propio documento.

En definitiva, este documento presenta serias dudas en cuanto a la autenticidad de lo que en él se afirma. Como colofón, basta comprobar el solicitante del certificado para concluir que se trata de un documento fabricado en connivencia con la autoridad militar para dar algún tipo de reconocimiento formal a la emisión.

De cualquier modo, y aceptando la autenticidad del documento, lo que resulta indudable es que esta emisión corresponde a San Sebastián y no a Mondragón, como ha venido siendo históricamente catalogada.