Índice
Parte I ver
Parte II ver
4.1. El medio real
4.2. El real
4.3. El dos reales
5. Sin filigrana
5.1. El medio real
5.2. El real
5.3. El dos reales
5.4. Las sobrecargas «Y ¼» de 1860
6. Su uso en documentos fiscales
7. Su uso como sellos de tasa
7.1. Correspondencia interna
7.2. Correo procedente del extranjero
8. Correo dirigido al extranjero
8.1. El pago de la tarifa del correo interior
8.2. El pago en en la administración postal local
8.3. Pago del correo por buques españoles
Parte III
(próxima publicación)
Parte II
4. Filigrana líneas cruzadas
A principios de 1856 se imprimió un segundo tipo de sellos en papel blanco hecho a mano con filigrana líneas cruzadas. Esta clase de papel muestra un significativa tonalización tropical y aparenta ser mucho más oscuro que el de los sellos sin marcas de agua.
Estos sellos sólo fueron enviados a Cuba y Puerto Rico, y son los más raros de las primeras emisiones postales de Antillas españolas. El número de ejemplares impresos con esta filigrana se desconoce, pero, sin duda, es mucho menor que el de los sellos anteriores.
4.1. El medio real
Existe una gama de papeles de diferente grosor, desde muy delgado a grueso, pero los tonos de color de este sello no varían tanto como el medio real sin filigrana. La figura 27 muestra este sello utilizado para pagar el porte interior de una cubierta dirigida a La Habana entregada por el agente de un vapor correo de cabotaje. La escasa marca oval con las iniciales «MS» fue utilizada por el vapor que discurría a lo largo de la costa norte de Cuba.
4.2. El real
Los ejemplares en nuevo de este valor son raros. No se conocen ejemplares múltiples en nuevo, con la excepción de un bloque de cuatro que podría hallarse en la colección del Museo Postal Cubano. Los ejemplares sobre carta son muy escasos. La carta de la figura 28 tiene una pareja vertical franqueando en 1861 una carta de doble peso de la Habana a Santander, España, . El 20 de mayo de 1859 la tarifa transatlántica (nº 13) de Cuba y Puerto Rico a España dobló su precio, de medio real por media onza a un real por media onza. Esta carta fue transportada por el vapor español contratado Tajo.
4.3. El dos reales
Los sellos nuevos de este valor son raros. Sólo se conocen cinco cubiertas franqueadas con él, dos de Cuba y tres de Puerto Rico. La figura 29 muestra una carta de doble peso enviada en 1864 de Caguas, Puerto Rico a Nueva York. El sello de dos reales pagó la tarifa interior a San Juan (un real) y la de su reenvío de allí a La Habana por un vapor español (un real).
De La Habana a Nueva York fue transportada por un vapor americano donde le aplicaron la tasa doble de 20 centavos para cartas de hasta una onza.
5. Sin filigrana
El siguiente gran cambio en la reforma postal de las Antillas Españolas, que había comenzado con la introducción de los sellos adhesivos en 1855, fue el prepago obligatorio de la correspondencia, efectivo a partir del 1 de enero de 1857. Esto provocó un gran incremento de la demanda de sellos de Antillas Españolas, así que la Fábrica Nacional del Sello tuvo que cambiar el papel hecho a mano por un papel mecánico, más barato y producido en serie. El tercer tipo de sellos de las primeras emisiones de las Antillas Españolas se imprimió en este papel liso, blanco y sin filigrana. Se imprimió desde principios de 1857 hasta 1863. Fue utilizado en Cuba y Puerto Rico, pero no en Filipinas. Algunos de también se usaron durante las expediciones militares españolas a Veracruz y a la República Dominicana. Así mismo hubo usos fraudulentos ocasionales desde el extranjero que fueron tolerados por las autoridades postales.
Estos son los sellos más comunes de las Antillas Españolas. No se conoce la tirada exacta, pero son alrededor de diez veces más comunes que los de las tiradas anteriores en papel hecho a mano.
5.1. El medio real
Este es, con diferencia, el más común de los sellos de esta emisión. Existen múltiples tonalidades de color y los fallos individuales en los clisés facilitan el plancheo. Durante los ocho años que estuvieron en circulación, se anularon con una gran diversidad de marcas postales.
5.2. El real
Los ejemplares de un real son bastante corrientes. Existe una gran variedad de tonalidades de color. La mayor parte pueden ser plancheados. Se conocen hojas completas en nuevo.
5.3. El dos reales
Son relativamente comunes, pero muy escasos sobre carta. No hay mucha variaciones de color significativas. Algunos pueden ser plancheados. También se conocen hojas enteras en nuevo. Los bloques grandes fueron utilizados más habitualmente en Puerto Rico que en Cuba. En la figura 30 se ve una carta de triple porte enviada de La Habana a Cádiz en 1860. La transportó el vapor contratado español Almogabar. La combinación de sellos de uno y dos reales sobre carta es muy poco habitual.
5.4. Las sobrecargas «Y ¼» de 1860
A finales de 1859 las autoridades postales cubanas se vieron sorprendidas por la falta de existencias de sellos sobrecargados “Y ¼” de 1855. Fue confeccionada a toda prisa otra habilitación provisional “Y ¼”. En esta ocasión con los sellos de dos reales de 1857 sin filigrana. Se sobrecargaron 200.000 ejemplares en enero de 1860. La imprenta no tenía 170 caracteres idénticos, por lo que utilizaron 24 tipos de sobrecarga distintos. Su ubicación en la hoja ha sido plancheada. Muchos de los sellos, 120 (70%), tienen la misma sobrecarga, la tipo A; los otros más comunes son el C con doce (8%) y el G con cinco (3%). Todos los demás son raros, con no más de tres ejemplares por hoja. Catorce tipos sólo se encuentran una vez en cada pliego.
Esta habilitación provisional fue muy criticada por las altas instancias de la autoridad postal, pero pese a las órdenes de retirada de circulación de 1860, se optó por permitir su uso hasta 1864. En 1863 se emitió un nuevo sello de 1¼ real, pero salvo una excepción no circuló hasta 1865.
En general los sellos de esta segunda sobrecarga son por lo menos el doble de comunes que los “Y ¼” de 1855, especialmente en nuevo. Algunos de los tipos de sobrecarga más raros no se conocen en carta. La figura 31 muestra donde estaba situados los diferentes tipos en la hoja de sellos y una tabla con su frecuencia. Existen algunos bloques grandes en nuevo. El mayor, de 22 ejemplares, está reproducido en la figura 32.
Las escasas primeras envueltas que se conocen con estos sellos, enviadas en mayo de 1869, presentan también una marca lineal “Correo interior” en cursiva. Sólo se han registrado alrededor de media docena de ejemplares. Se conoce también un sello cancelado con este cuño.
En la figura 33 vemos una carta enviada por el correo local de La Habana el 13 de mayo de 1860 con esta rara marca lineal. El servicio local de correos y sus tarifas postales no cambiaron en 1860, ùnicamente los sellos. Los sellos sobrecargados “Y ¼” de 1855 tuvieron validez hasta 1874, pero fueron raramente usados después de 1860.
Al igual que en el caso de los “Y ¼” de 1855, los nuevos sellos provisionales pudieron ser usados en el correo dirigido a y originado fuera de La Habana. La cubierta de la figura 34 fue enviada de La Habana a Santiago de Cuba en 1861. Un cuarto de real pagado por la tarifa de impresos en el interior de la isla. Este ejemplo contenía una circular abierta. Sólo se conoce un puñado de ejemplos de este tipo de utilización.
Otro uso raro de estos sellos aparece en la figura 35. En este caso, dos sellos “Y ¼” de 1860 fueron usados para pagar la tarifa sencilla de una carta enviada desde la isla de Cuba. Fue enviada desde La Habana a Puerto Príncipe en 1862.
La figura 36 muestra uno de los ejemplares más interesantes de esta emisión provisional. Este frontal fue enviado por el servicio local de correos de La Habana con un sello con el error de la sobrecarga “Y 4/1”. Formó parte de la colección Ferrary y ha sido objeto de intenso debate a lo largo del siglo XX y la primera década de éste. No se ha registrado ningún otro ejemplar con las cifras 4 y 1 intercambiadas, lo que se conoce como error de composición. Esta pieza procede de la esquina inferior izquierda de la hoja y tiene cuatro certificados de autenticidad, incluyendo dos recientes. Creo que los impresores se dieron cuenta rápidamente del error, que es bastante llamativo, y lo corrigieron pronto. Por es no se llegaron a imprimir muchos. Existen otros errores de composición producidos en los sellos de la Cuba colonial que fueron corregidos con celeridad. Éste se usó relativamente pronto, menos de diez meses después de su expedición. El destinatario era un conocido comerciante de La Habana al que también se enviaron otras cartas franqueadas con sellos “Y ¼” de 1860. Es el primer gran error de composición de sobrecarga del mundo.
6. Su uso en documentos fiscales
En esta sección nos referiremos a los sellos impresos en todos los tipos de papel. Exusten algunas docenas de documentos legales con sellos postales de las primeras emisiones de las Antillas Españolas, desde fecha tan temprana como 1855. En algunos casos los de correos son los únicos sellos adhesivos en los documentos, pero lo más corriente es que aparezcan en combinación con sellos fiscales.
Salvo en un caso, en todos los casos registrados, los sellos de correos fueron utilizados para pagar los cargos postales ocasionados por el proceso legal. Esto es, sirvieron a una finalidad postal, no fiscal, pero fueron aplicados a un documento legal como recibo en lugar de hacerlo sobre un sobre, envuelta o paquete postal. El documento parcial de la figura 37 muestra el uso de dos tiras horizontales de tres de sellos de medio real con filigrana de lazos junto a sellos del Derecho Judicial que, en total, suman 914 reales. En muchos los casos de combinaciones de sellos fiscales y postales, los ejemplares fiscales fueron cancelados de forma manuscrita a diferencia de las de los de correos.
7. Su uso como sellos de tasa
Lo hallamos en los sellos de Puerto Rico de las primeras emisiones de las Antillas Españolas y también en las emisiones postales posteriores, donde a veces se solía indicar el pago de tasas. Eso ocurría tanto en correspondencia local como en correo procedente del extranjero. Este último es mucho más raro.
7.1. Correspondencia interna
La mayor parte de la correspondencia interna con sellos postales utilizados en las oficinas postales de destino para el pago de una tasa, correspondió al correo oficial. Se trataba típicamente de asuntos legales en los que una de las partes tenía medios para pagar los costes del correo generados por los procedimientos legales. La figura 38 muestra el frontal de una plica oficial enviada por el Gobernador Político y Capitán General de Puerto RIco, en San Juan, al alcalde de Luquillo. La marca “R.S.” significa “Real Servicio”. La tasa de un real y medio fue pagada en la oficina postal de destino por una de las partes del proceso judicial. El sello de un real es de papel con filigrana lazos y el sello de medio real sin filigrana, una combinación poco habutual.
7.2. Correo procedente del extranjero
Cuba y Puerto Rico aplicaron tasas específicas la correspondencia del exterior dependiendo de su origen . Es el equivalente a los cargos por “correo marítimo (ship letter)” de otros países. En contraste con la forma en que las tarifas de “correo marítimo (ship letter)” fueron calculadas en lugares como los Estados Unidos o Gran Bretaña, donde había una tasa marítima y una tasa terrestre, las tasas por correo procedente del extranjero en las Indias Occidentales españolas fueron planas, sin una parte correspondiente al correo terrestre. Esta práctica se dio desde 1818 hasta su entrada en la Unión Postal Universal (UPU) en 1877, e incluso después ocasionalmente si el correo provenía de países que no eran miembros de la UPU.
La cubierta de la figura 39 fue enviada franqueada desde Manchester, Inglaterra, a San Juan, Puerto Rico, en 1864. Al destinatario se le cargó el medio real de tasa correspondiente al correo procedente del extranjero, que pagó con un sello. Se conocen los tres valores de la primera emisión sin filigrana de las Antillas Españolas utilizados como tasa. Estos usos son raros porque en muchos casos la tasa se pagaba en efectivo.
8. Correo dirigido al extranjero
También en esta sección hace referencia a los sellos impresos en todos los tipos de papel. Nos referimos por destinos al extranjero a los lugares distintos de España o sus posesiones. Existen tres formas en las que los sellos de las Antillas Españolas fueron usados en cartas dirigidas al exterior. La primera, de largo el uso más frecuente, fue para pagar el correo interno de las cartas originadas en el interior de Cuba o Puerto Rico que tenían que viajar a la capital para ser embarcadas en navíos extranjeros. El segundo escenario era la tasa cargada por la oficina postal española en las capitales de las islas por el manejo de las cartas que debían ser depositadas en un navío extranjero o en una agencia postal. Y la tercera fue para pagar la tasa de una carta transportada por vapores españoles contratados para México, el Caribe o, más raramente, a los Estados Unidos. Las dos últimas circunstancias son poco frecuentes.
8.1. El pago de la tarifa del correo interior
La figura 40 muestra una envuelta de Ponce, Puerto Rico, a Córcega, franqueada con un sello de medio real con filigrana de lazos. El sello pagaba la tarifa simple de San Juan, donde la carta fue enviada sin franquear por vapor inglés a Francia. Se le aplicó la marca recuadrada contable “COLONIES / ART – 18.” de intercambio franco-británico. Al destinatario se le cargó una tasa de quince décimes.
La cubierta de la figura 41 fue enviada de Manzanillo, Cuba, a Apalachicola, Florida, franqueada con sello de medio real con filigrana de lazos. El sello pagaba la tarifa sencilla a La Habana, donde la carta fue remitida sin franquear por el vapor americano contratado Isabel a Savannah, Georgia. En Savannah se tasó con 10 centavos y se estampó la pequeña marca lineal “HAVANA”. Existen 20 piezas de esta última marca usada entre 1848 y 1861, cuatro en rojo y dieciséis en negro.
La figura 42 nos ofrece otro uso del sello de medio real con filigrana a lazos. Es una carta de Santa Cruz del Sur, Cuba, a Aalborg, Dinamarca. El sello pagaba la tarifa sencilla a La Habana, desde donde la carta fue enviada sin franquear por un vapor americano contratado a Nueva York. De ahí se remitió a Aachen por correo cerrado prusiano. La tasa americana de veintiocho centavos corresponde al transporte de Cuba a Nueva York y al transatlántico (5+23), ambos por paquebote americano. Prusia aplicó una tasa de 20 Hamburg schillinge equivalentes a 15 sgr. lo que aproximadamente eran 66 sk. y sumado a la tasa danesa para la correspondencia extranjera de 9 sk. da un total de 75 sk. que hu o de pagar el destinatario.
8.2. El pago en en la administración postal local
Existen varias cubiertas tramitadas por las oficinas postales españolas (en general de San Juan o La Habana) transportadas por vapores ingleses, en las cuales el pago de la tasa local se ha efectuado con sellos de las Antillas Españolas al margen del pago de la tasa británica hasta el destino final. El total parece haber sido pagado por sus remitentes. Esto tuvo lugar con mucha mayor frecuencia en Puerto Rico. Al parecer, la oficina de correos local cargaba una tasa para facilitar la transferencia a la oficina consular británica que actuaba también como agencia postal. Un ejemplo de este pago dual aparece en la figura 43. La cubierta fue enviada desde San Juan, Puerto Rico, a Palma de Mallorca, Islas Baleares, España, en julio de 1858. La pareja de sellos de medio real de Antillas Españolas sin filigrana probablemente pagó la tasa de la oficina de correos local. Esta carta de doble porte fue pre pagada con cuatro chelines y cuatro peniques y enviada por un paquebote vapor Royal Mail Steam Packet a Inglaterra, alcanzando su destino vía Francia y España continental.
La figura 44 presenta el pago de la tasa de la oficina de correos local con un sello de un real sin filigrana de Antillas Españolas en una carta enviada sin pago previo por vapor francés desde Santiago de Cuba a París. Precisamente se trata del primer viaje del vapor Louisianne de la Compagnie Generale Transatlantique que partió de Santiago el 21 de mayo de 1862. La marca octogonal fue aplicada por el agente postal del buque. Es considerara una carta “primer día” por ser la primera de la oficina consular francesa de correos en Cuba. Como carta de doble porte (más de 7 gramos) fue tasada con dieciséis decimes a pagar en destino.
A la derecha de la carta, la figura 44a reproduce un bloque de cuatro del un real sin filigrana de Antillas Españolas obliterado con el matasellos rombo de puntos con ancla. Esa cancelación indica que estos sellos fueron usados en otras cartas gestionadas por paquebotes franceses, probablemente en combinación con sellos franceses.
8.3. Pago del correo por buques españoles
Las compañías de vapores españolas con contratos de correo viajaban entre las Indias Occidentales españolas, México y otras islas del Caribe. La figura 45 muestra una carta de doble porte enviada desde La Habana a México, prepagando dos reales con cuatro sellos de medio real de Antillas Españolas en 1862. Fue transportada en el vapor Alava de la Compañía Transatlántica Española de Antonio López.
La cubierta de la figura 46, una carta de porte sencillo franqueada con un sello de medio real sin filigrana de Antillas Españolas, fue transportada desde La Habana al cónsul del Reino de Cerdeña en St. Thomas en un vapor operado por la compañía de Ramón Herrera.