También se han atrevido con Thebussem.

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La huella del falsificador 006

Publicado en El Eco Filatélico y Numismático


 

Falsificación de la franquicia de La Habana

 

Siempre deberemos estar en guardia frente al falsificador. El delincuente buscará todo aquello que le pueda reportar un beneficio y entre las distintas opciones que se le ofrezcan, escogerá la que le presente menos dificultades de realización.

Lo hemos comentado con frecuencia: muchos los piensan que hay que prestar atención únicamente a las piezas caras y no es así. El falsificador sabe que hay un tipo de material que, aunque por una u otra razón en el mercado no tiene una cotización alta, son de gran rareza y por consiguiente fáciles de vender a los coleccionistas que les faltan.

Es de suponer que el Dr. Thebussem se asombraría al saber que una de las marcas de franquicia que se le concedieron ha sido falsificada. Se trata de la de La Habana que reproducimos en la figura nº 1.

Fig. 1 - Marca de franquicia de Thebussem como Cartero Honorario de La Habana

Fig. 1 – Marca de franquicia de Thebussem como Cartero Honorario de La Habana

Es una marca rarísima, ya que el célebre doctor nunca pudo utilizarla en su correspondencia postal ordinaria al no haber viajado jamás a Cuba. Por el contrario las que habitualmente podemos encontrar son las otras cuatro: la genérica «Doctor Thebussem» y las correspondientes a los títulos de «Cartero Honorario de España», Cartero Honorario de España y sus Indias» y «Cartero Honorario de Madrid».

Veamos ahora un fragmento con la marca de La Habana falsificada:

Fig. 2 - Marca falsa del Dr. Thebussem, Cartero Honorario de La Habana

Fig. 2 – Marca falsa del Dr. Thebussem, Cartero Honorario de La Habana

Lo primero que cabe resaltar es que no se ha falsificado una carta, que sería mucho más rara y valiosa (aunque también mucho más difícil y sospechosa). El autor se conforma con menos, a cambio de una  mayor facilidad de ejecución y menor riesgo de levantar sospechas y ser descubierto.

La pieza puede ser desenmascarada con cierta facilidad comparando su dibujo con el de la marca original. Para ello son precisas dos cosas: en primer lugar caer en la cuenta de que es necesario examinarla pensando que pueda ser falsa. Segundo, disponer del material de referencia, que, como he dicho es muy difícil de obtenerlo con la garantía de autenticidad.

Fig. 3 - Papel con membrete de Thebussem con la marca sobre un pequeño fragmento y nota manuscrita suya.

Fig. 3 – Papel con membrete de Thebussem con la marca sobre un pequeño fragmento y nota manuscrita suya.

En esta ocasión, no hemos tenido problema al respecto porque disponemos de un documento de Thebussem en el que recoge un fragmento con la marca y escribe de su propio puño y letra:  «Sello grabado en Nem York y regalado por los ss. empleados de Correos de La Habana» y recibido en Enº de 1881″.

Para apreciar mejor las posibles diferencias entre el original y la falsificación superpondremos sobre el primero la imagen del segundo. Y para facilitar el contraste transformamos el dibujo del original en color negro y el del falso en rojo. Este es el resultado:

Fig. 4 - El diseño del original es más alto que el del falso y la leyenda "DE LA HABANA" está más próxima al marco curvo inferior.

Fig. 4 – El diseño del original es más alto que el del falso y la leyenda «DE LA HABANA» está más próxima al marco curvo inferior.

La comparación entre el diseño del original y el de la pieza a examinar fue el el primer método de expertización y casi el único durante muchos años; pero el perfeccionamiento en las técnicas de falsificación han obligado al experto a utilizar nuevos métodos y tecnologías.

Finalmente añadiremos que el análisis de la técnica de impresión no puede olvidarse porque siempre es importantísima.

En el caso presente la impresión es manual por medio de un sello tras su entintado en un tampón. Pero si en el caso del auténtico el sello es de metal, en el falso es de caucho o goma, dando resultados diferentes como fácilmente podemos comprobar en la fig. 5.

Fig. 5 Letra "K" de "KRTRO" de cada una de las marcas (a la izquierda la auténtica).

Fig. 5 Letra «K» de «KRTRO» de cada una de las marcas (a la izquierda la auténtica).

Al aumentar y comparar la letra «K» de «KRTRO» de la marca original y de la falsa se manifiesta con gran claridad la gran diferencia entre ellas.

No es necesario seguir con el estudio de las tintas. La falsificación ha sido descubierta.