Los tipos del nº 153
Algunos coleccionistas y profesionales tienen problemas para distinguir correctamente los tres tipos catalogados del valor emitido el 1º de Octubre de 1874.
Esta emisión en solitario de un sello de franqueo base, único caso en todas las emisiones del antepasado siglo, sustituía al del mismo valor facial de la emisión de la Alegoría de la Justicia, conocida como de las ‘balanzas’, del 1º de julio del mismo año, que sólo tuvo tres meses de vida, por ser retirado al detectarse gran cantidad de falsificaciones para defraudar al correo.
Las incorrectas imágenes reproducidas en el catálogo Edifil, amén de una errónea clasificación de los tipos de este sello, obliga a la presentación del fichero digital que acompaña a estas líneas.
(haga clic sobre la imagen para ampliarla)
Recomiendo ‘bajarse’ esta imagen (clicar el ‘preview’ para obtener el ‘real’) y acto seguido imprimirla, conservándola en sustitución del penoso dibujito ofrecido en la publicación antes citada.
Del tipo I hay dos sub-variedades: impresión fina e impresión gruesa. En realidad son dos tipos diferentes pero de momento prefiero no liarla a fin de que mis queridos internautas puedan asimilar y distinguir correctamente los tres tipos históricos. Ya llegará el momento de reseñar correctamente esta emisión, cuando el responsable de aquellos papeles se digne abandonar su empecinamiento y quiera recoger mi propuesta con estas rectificaciones. Tengo curiosidad por saber hasta cuando se demorará .
Los hasta ahora tipos I y II se conocen usados en todo el ámbito español. No así el tipo III, que sólo conozco utilizado en las ciudades de Barcelona, Granada, Málaga, Sevilla y Santander; zonas precisamente conocidas por la proliferación de falsos postales ¿casualidad?.
La primera fecha de uso referenciada corresponde al mes de Diciembre de 1874 en Santander, ciudad de la que proceden hasta el 90% de los sellos y cartas que tengo registrados del mencionado tipo III. La aparente abundancia de esta procedencia es sólo relativa, ya que se trata de un sello de notable rareza usado en Santander y rarísimo en las otras ciudades.
Además se conocen unos bloques en nuevo con dentados dobles y otros con dentados muy desplazados y algo ladeados, cosas muy muy (redundancia obligada) infrecuentes en la emisiones ‘legales’ españolas del siglo XIX.
Todos esos datos son indicios que mueven a sospecha. Pero su escasez y la limitación de otros datos me impiden llegar a otras conclusiones que podrían ser tachadas de elucubraciones temerarias.
Por ello, si alguien posee otras informaciones sobre esta apasionante emisión, le agradeceré su comunicación. Lamento tener que avisar que no puedo ofrecer premios en metálico, ni de otra especie, porque ¿estamos o no estamos en la misma trinchera?