Filatelia, Guerra Civil — 21 de septiembre de 2014

Santa Cruz de Tenerife: “Las hélices”

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Emisión local patriótica

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Esta emisión se origina a partir de la iniciativa del presidente del Aero Club de Tenerife, Félix de la Cruz, quien propuso a la Comandancia Militar la donación de cien series para su venta en subasta pública destinando el producto resultante, a partes iguales, a la construcción del campo de aviación del Aero Club de Tenerife y a obras benéficas en la provincia.

Figura 1

Figura 1

La primera edición del catálogo “España Filatélica” de Jiménez Vilches para 1939 incluía una reproducción fotográfica de la autorización emitida por Carlos Guerra Zavala, a la sazón Comandante Militar de la plaza (figura 1), que transcribimos seguidamente:

 

Comandancia General de las Islas Canarias

E.M.

Sección Secretaria Suscripciones

En contestación a su instancia del pasado 29 de abril, me complazco en manifestar a V. he resuelto autorizar a ese Aero Club Tenerife para vender en pública subasta las 100 series de sellos que han recibido como donativo en favor de los Fondos para la construcción del Campo de Aviación, haciéndole presente mi gratitud por su ofrecimiento del 50% de lo recaudado para ser distribuido entre las Instituciones beneficas de esta Provincia.

Dios guarde a V. muchos años.

Santa Cruz de Tenerife 13 de mayo de 1.937

(firmado Carlos Guerra)

(hay cinco sellos)

Sr. D. Félix de la Cruz “Presidente del Aero Club Tenerife”. Plaza. 

 

Certificat-01 web

Figura 2.

Certificat-02 web

Figura 3.

 

 

Disponemos también de dos documentos (figuras 2 y 3) emitidos por el administrador principal de Correos, Francisco de Prat y Delcourt, certificando la realización de una subasta en la que se vendieron cien series:

La redacción de ambos certificados es idéntica. Su transcripción es como sigue:

CORREOS

ADMINISTRACION PRINCIPAL DE SANTA CRUZ DE TENERIFE

Don Francisco de Prat y Delcourt, Jefe de Administración de 3a. clase del Cuerpo de Correos, Administrador Principal de Santa Cruz de Tenerife,

C E R T I F I C O: que por orden de la Comandancia General de Canarias se verificó en esta Admón. Pral. de Correos, el día veintitrés de mayo de mil novecientos treinta y siete, la venta en pública subasta de cien series en curso, de series de correos de los valores: uno, dos, cinco, diez y veinticinco céntimos de la República, con la sobrecarga que dice: “Viva España.- 18-7-36.- [una hélice].- Canarias.”, habiendo estado compuesta la Mesa por el que certifica, el Sr. Presidente del Aero-Club, un oficial de Correos, actuando de Secretario, y tomando parte en la subasta varios cónsules y autoridades, entre ellas el Sr. Fiscal de la Audiencia , Don Clemente Gon­zalvo Belled. El precio alcanzado por cada serie osciló entre veinticinco y ciento diez pesetas.

Y para que conste, extiendo la presente con una serie de los sellos de referencia, matasellados en el día de hoy.

Santa Cruz de Tenerife, a veinte y siete de Junio de mil novecientos treinta y ocho.

(firmado Francisco de Prat)

(hay cinco sellos con la sobrecarga matasellados con fechador de puente “Sta Cruz de Tenerife/ Canarias/ 27.JUN.38”)

(hay un timbre móvil de tres pesetas anulado con sello “Administración Pral. de Correos/ Sta. Cruz de Tene­rife”)

Obsérvese que los ejemplares adheridos en el segundo certificado tienen la sobrecarga invertida.

Pese a proporcionar naturaleza formal y oficial a la emisión, estos dos documentos plantean algunos interrogantes.

En primer lugar, la fecha de emisión del certificado de realización de la subasta, firmada por el administrador de Correos, es 27 de junio de 1938, más de un año después de su celebración, que fue el 23 de mayo de 1937. No deja de ser curioso que tras ese lapso de tiempo se elaboren unos documentos tan perfectos, adhiriendo un ejemplar de los valores subastados que cualquiera supondría en los álbumes o bien circulados y ya agotados.

En segundo, la mención en ambos -también en el de la sobrecarga invertida- de la asistencia a la subasta del fiscal de la Audiencia, Juan Clemente Gonzalvo y Belled, coleccionista de prestigio, como si su presencia en sala pudiera dar mayor legalidad a la emisión.

Por nuestras manos han pasado varios de estos certificados emitidos por el administrador principal de Correos de Tenerife Francisco de Prat, habiendo visto reseñados o impresos por lo menos una docena. Todos firmados en la misma fecha y con las mismas características y redacción, sobre esta u otras emisiones de Sta. Cruz de Tenerife.

Es de resaltar lo atípico de lo que se certifica: un administrador de Correos presidiendo una subasta para la venta de sellos donados, participando así en su venta con fines público-privados. En otras ocasiones incluso se afirma que los sellos fueron puestos a la venta en los estancos. Eso sí, nada se concreta ni certifica en lo tocante a tiradas, planchas ni tintas empleadas.

En nuestra opinión, en esta emisión estamos ante un caso más de connivencia de las autoridades militares y/o postales con los promotores de la emisión o destinatarios del producto de su venta.

La emisión fue claramente especulativa y autóctona, quedando el resto de comerciantes peninsulares al margen: el catálogo Ofilma (1939) no la recogió, Vilches (1939) la ofertaba en 325 pesetas y Gálvez (1943) en 125 pesetas. Es de notar el rechazo que causó en Juan Marra, quizá por aquello de la zorra y las uvas, quien no le daba precio en Ofilma (1941-42) y apostillaba:

Sobrecarga sin interés filatélico. Ignoramos si tuvo autorización.

Se pretende que la tirada fué de 100 series solamente.

Se intentó una pública subasta, sin duda con el fin de valorar esta serie, y parece ser que algunas series llegaron a pagarse hasta 100 pesetas cada, mientras que la cotización más baja oscilaba entre 50 y 60 pesetas.

Al poco tiempo se ofrecieron estas series a precios infinitamente más baratos que el que había resultado en la subasta.