Buceando..., Fruslerías — 3 de abril de 2016

Thebussem, el desconocido más famoso de la filatelia española

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Caricatura publicada en portada por la revista Madrid Cómico (1889)

Caricatura publicada en portada por la revista Madrid Cómico (1889)

BUCEANDO EN LA HISTORIA (67)

Publicado en Revista de Filatelia  (Mayo 2009) 

 

Aunque parezcan términos antitéticos, la calificación de «desconocido» y «famoso» pueden coexistir aplicados a la misma persona.

La inmensa mayoría de los coleccionistas españoles saben de la existencia de esta peculiar celebridad, aunque no todos sabrían escribir sin cometer algún error su seudónimo. Por otro lado, casi nadie ha leído la mayoría de sus escritos. En cuando a la filatelia se refiere, casi nadie ha leído todas sus obras, aunque algunos las tienen en sus estanterías, porque las coleccionan, otorgando más consideración a sus encuadernaciones que a su contenido.

Así pues, famoso sí; pero desconocido también.

Estas consideraciones me hacen recordar a un secretario general de Correos, muy vinculado a la Filatelia, que era apodado por algunos de sus subordinados «el Tebuqué«. Cuando pedí la razón de tan peculiar mote, se me explicó que una bibliotecaria se dirigió al susodicho personaje nombrando al Doctor Thebussem. Sorprendido por tan raro seudónimo preguntó con extrañeza «¿Tebu… qué?» Y con «Tebuqué» se quedó. Como el nuestro es un país de osados y atrevidos, pocas semanas más tarde impartía su  primera conferencia sobre el insigne doctor como si le conociera de toda la vida. Pese a ello, nunca perdió ese irónico apodo entre sus subordinados.

A continuación reproduzco una correspondencia de gran interés entre dos notarios de la época: Félix María Falguera[1] de Barcelona y José María Buitrago notario de Medina Sidonia

«Barcelona 19 de febrero 1885

Muy Sr. Mío y apreciado compañero:

Sin contestación de V. a la que le dirigí preguntándole desde que trimestre quería empezar la suscripción de La Notaría, hoy le escribo por la curiosidad que ha excitado en mí un pliego extraño que he recibido de Medina Sidonia y a fin de que V, se sirva aclarar mis dudas.

He recibido una carta cuya carpeta[2] trae el sello de Medina-Sidonia y otro sello que dice <«Dr. Thebussem, Kartero honorario de España. Correos» y hay una corona Real. Viene franca, esto es sin el sello de 15 céntimos.

La carta que viene dentro es un B. la M. del Dr. Thebussem con el que se incluye un folleto que ha publicado con el título de Roger Sidney[3]. En esta obra se titula el Dr. Thebussem Cartero honorario de Madrid e individuo de la sociedad de gastrónomos y cocineros de Londres, y dice que es inglés.

Recuerdo que su célebre compañero el Sr. Castillo ha dedicado alguno de sus escritos al Dr. Thebussem y siempre habla de él.

¿Quién es este Dr. Thebussem? ¿En qué ciencia es Doctor? ¿Es médico o es abogado? ¿En qué se ocupa? ¿De qué vive? ¿Cómo se unen en una persona tres títulos tan distintos como los de Doctor, cartero y cocinero? V. sabrá todo esto, supuesto que ese Sr. Doctor vive en Medina Sidonia, en donde fecha su carta y hasta su folleto. Desearía que Vd. se sirviese aclararme este misterio y decirme quién es ese inglés tan extraño e incomprensible y dispense V. la molestia que le causa este curioso y affmo. compañero y s.s.

Q.B.S.M

Félix Mª Falguera, Notario»

La copia de la carta de contestación, objeto principal de este artículo, se conserva porque fue archivada por el Dr. Thebussem[4] y reza así:

«Sr. D. Félix Mª Falguera

                       Not.                                       Barcelona

                        M. S.       Febº. 24 / 885

 

Muy Sr. Mio y estimado compañero: Hoy recibo su apreciable carta fecha 19 de los corrientes que tengo a la vista y que gustosísimo contesto

El Dr. Thebussem, uno de mis mejores amigos de la infancia con cuya cariñosa amistad me honro, es Dn. Mariano Pardo de Figueroa y de la Serna natural de esta ciudad y de 50 años de edad poco más o menos; hijo de padres bien acomodados y de familia de las distinguidas de la población. Hizo sus primeros estudios bajo la dirección de su Señor Padre, muy amante de las letras, y después pasó a estudiar el Derecho Civil y Canónico a la universidad de Sevilla donde tomó el Título de Licenciado habiendo cursado algunos años en la universidad de Granada doctorándose en la de Madrid. Tuvo tres hermanos que siguieron la carrera de Marina habiendo fallecido uno de Alférez de Navío en Manila y los dos que desempeñan destinos que les honran en la Armada y una hermana que representa la primera casa Agrícola de este partido.

El Doctor durante el estudio de su carrera adquirió honrosas relaciones con los que hoy descuellan en literatura, en la política y en las ciencias, que ha cultivado y mantenido con quienes le liga vínculos de verdadera amistad.

Desde los primeros años se le conoció afición al estudio de las lenguas y tocar algo en extravagancias, herencia de su abuelo materno que le ha transmitido sus rarezas y se cuenta y contarán como cosas de su exclusiva propiedad.

Mi particular amigo el doctor ha viajado por Europa y África; es dado a la equitación y a la caza, habla con perfección el Francés, Italiano e Inglés y es aficionadísimo a este último idioma y a las costumbres de los hijos de la Gran Bretaña manteniendo muchas y buenas relaciones con personas amantes de las buenas letras en los más de los países extranjeros.

Es mi amigo, el doctor, Académico de la Historia y colaborador de muchas y respetables publicaciones Españolas y Extranjeras.

Dedicado con asiduidad al estudio de Correos ha sostenido en la prensa y particularmente con sus amigos Jefes empleados en el ramo polémicas que han resuelto los mayores adelantamientos, como el de las Tarjetas Postales y otros y por sus trabajos y estudios le han ofrecido sus amigos la gran Cruz de Carlos III y otras distinciones de gran valía que no ha aceptado. Viendo sus amigos tan extraño proceder en no aceptar lo que tantos otros anhelan y solicitar le impusieron pidiese lo que más le halagase y ¡Oh extrañeza! Dijo le sería grato ser cartero honorario de Madrid fue nombrado recibió su diploma y la dirección y empleados le regalaron el uniforme y su particular amigo Castro y Serrano unas alpargatas cfon cariñosa e ingeniosa carta. Nuestro cartero honorario de Madrid lo es de 43 Capitales de nuestras provincias y de Ultramar, así como también lo es de Portugal.

Encariñado nuestro doctor a lo extraño y extravagante, ha escrito mucho de Cocina siendo conocedor en sus menores detalles del Arte Culinario, por lo que fue nombrado miembro de la sociedad gastronómica de Londres como lo será, Dios mediante, de los Círculos Taurinos (y literarios e históricos) por sus trabajos sobre Tauromaquia.

Su estado (es) de solterón rico. Vive cercado de criados con las mayores excentricidades que proporciona el dinero. Sus muchos folletos son costeados por él que reparte a sus amigos y a los amantes de las letras, dando a cada uno el que más pueda gustarle, al gastrónomo el de Cocina y a V. y otros el que trata de cuestiones jurídicas hoy debatidas por diferentes escuelas.

El Doctor lo es en derecho Civil y Canónico.

Se ocupa en vivir con la opulencia del soltero rico sin pensar más que en sus excentricidades.

Vive de su gran fortuna cultivando las letras y atendiendo a sus buenas y muchas relaciones.

Doctor en leyes = Cartero = y Cocinero están unidos en la persona que ha despreciado los mayores honores y distinciones.

No es inglés y sólo tiene las excentricidades de los ingleses.

Si en algo más puedo complacerlo puede pedir a su afmo. Amigo y compañero S.S.

 

Tras la lectura de esa carta, Félix Mª Falguera contesta a Buitrago agradeciéndole la información proporcionada:

 

                                                                  «Barcelona 1º Marzo de 1885

Sr. D. J. M:. Buitrago

 

Muy Sr. Mío y apreciado compañero: he recibido su grata y he quedado muy complacido de la curiosa relación que me hace V. de la extraña historia y excéntrica vida de su distinguido amigo el Dr. Thebussem.

La carta de V. ha sido leída en familia y se han reído de lo lindo mi esposa y madre política al oír la pintoresca narración que hace V. de las rarezas del Doctor. Conservaré la carta de V. pues vale la pena por la originalidad del hecho.

Lo que hay en medio de todo es que el tal Doctor es persona de raro talento y de extensa erudición, pues lo revelan claramente sus escritos. Escribe con chispa, con agudeza y con toda la gracia andaluza y está dotado de una imaginación vivísima; pero entre estas bellezas de forma se descubre un fondo de conocimientos poco común, y además maneja la lengua castellana con toda la facilidad y pureza de nuestros mejores clásicos. Bien merece el título de Académico de la Historia.

En el folleto que me ha remitido defiende la libertad de testar, tan querida de los catalanes, que afortunadamente disfrutamos de ella por ahora.[5]

Mil gracias por las curiosas noticias que se ha servido darme.

Queda V. suscrito a La Notaría desdeprimero de enero y el Administrador del periódico, que es D. Francisco Malet, Oficial 1º de la Secretaría de nuestro Colegio, le remitirá a V. todos los números salidos y le escribirá sobre el importe de la suscripción del trimestre.

Repite las gracias y se ofrece sinceramente a V. su affmo. Compañero, amigo y S.S.

                              q.b.s.m.

                              Félix Mª Falguera»

Sigue a contiuación una nota que explica porqué obraba en manos del Dr. Thebussem la correspondencia dirigida a J.M. Buitrago:

«Mi querido amigo Dr., mi mayor placer es remitirle esta carta.

Tu amigo

               Buitrago

Marzo 8/85

 

 

Sr. D. Mariano Pardo de Figueroa y de la Serna

                                                      Medina Sidonia»

 

Estos textos se comentan por sí mismos y no precisan que se les añada nada más. Sin embargo sí querría hacer una pequeña reflexión: observemos cómo el transcurso del tiempo cambia el juicio de algunos procederes o comportamientos del individuo en función de la realidad social del momento.

En el siglo XIX era evidente que un aristócrata, una persona de alcurnia, que dedicara su tiempo al estudio de asuntos postales, a temas culinarios o a escribir sobre tauromaquia era un individuo de comportamiento sumamente extraño; tan sumamente raro como para que, si el personaje, (en nuestro caso el Dr. Thebussem) aunaba en sí mismo las rarezas de estas actividades, con un origen social relevante, un talento excepcional y una capacidad intelectual fuera de lo común, al no poderse criticar abiertamente sus aficiones, se las tildaba de extravagantes.

El desarrollo de la sociedad del ocio a lo largo del siglo XX ha alumbrado un mundo en el que estas actividades (el coleccionismo, la gastronomía, así como la especialización en el estudio de asuntos y temas intrascendentes por la mera satisfacción y el simple entretenimiento personal) se han convertido en algo generalizado y considerado plenamente normal. Y no sólo normal o habitual, sino hasta valorado como necesario para el equilibrio personal como elemento de compensación ante un mundo profesional tumultuoso y arrollador que requiere elementos que, de lo contrario, conducen al agotamiento psíquico y el estrés.

 

 


Notas:

[1] Félix Mª Falguera fue abogado, catedrático de Derecho en la Universidad de Barcelona, miembro de la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona, Auditor de Guerra honorario y notario honorario del Colegio de Notarios de Barcelona del que fue su decano; (falleció el 30 de agosto de 1897). Autor de gran cantidad de artículos y libros está considerado como una de las figuras más importantes que ha dado la notaría en España.

[2] En la época significaba cubierta de carta.

[3]  Se trata de un error. Debe referirse a «ROGER KINSEY» escrito fechado el 15 de diciembre de 1884 que publicó en el suplemento XLVII de La Ilustración Española y Americana y que recogería en su SEGUNDA RISTRA DE AJOS editada en 1886.

[4]Este volumen de documentos está encuadernado en media piel por mano del propio Dr. Thebussem bajo el título “El Doctor Thebussem por  Peña y Goñi. 1887

[5]  Félix M. Falguera es un exponente de la línea tradicional del derecho catalán. Y autor de diversos trabajos sobre la facultad y las formas de testar.