Un premio que también causa vergüenza.
Les Grands Prix de l’art philatélique belge
Por medio de una nota de prensa, Correos ha comunicado la obtención del premio al mejor sello calcográfico de Europa por la hojita de la Catedral de Burgos emitida en 2012, así como la el tercero por la hojita de la catedral de León. Estos galardones siguen a los ya obtenidos los tres años anteriores en los cuales Correos recibió el segundo premio por los sellos de Charles Darwin, Francisco Ayala y la catedral de Sigüenza.
Tener un hijo tonto es una desgracia. Pero tener un hijo que no es tonto y actúe como si lo fuera, además de una desgracia resulta vergonzoso.
Ahora bien, en ocasiones, para cubrir esas vergüenzas, se acude a resaltar aquellas excepciones en las que aflora la lucidez, aunque sea sólo puntual o excepcionalmente. Es una forma de ocultar o minorar una estulticia generalizada. Quizás ésta sea la interpretación más adecuada para valorar la entusiasta comunicación de Correos.
Por todos son conocidos los defectos de la programación de emisiones filatélicas españolas que, año a año, está logrando reducir todavía más el número de coleccionistas que las adquieren. No abundaremos en ello de manera general, pero sí en un aspecto en particular: la calidad de los diseños que el éxito del grabado calcográfico de un par de sellos quisiera hacernos olvidar.
El premio ha sido otorgado al grabado, es evidente que no al diseño. Observen la imagen de la hojita en la figura 1, no parece un diseño ejemplar. Incrustar el sello que reproduce la moneda de 2 euros rodeándolo de un margen blanco sobre el dibujo de la catedral es antiestético y quiebra la bella figura de la catedral.
Pero es más injustificable el caso de la hojita de la catedral de León. Hay espacio libre suficiente para imprimir el sello en la zona blanca de la esquina superior derecha de la hojita en lugar de romper el dibujo de la torre. Y no digamos ya el esperpento de respetar en blanco a la izquierda una quinta parte de la superficie de la hoja para imprimir únicamente la numeración abajo . Por cierto ¿qué significa la leyenda vertical en color azul con el signo de copyright: “FOTO ESCALA, FLORENCIA”?.
Y, aunque en la información se dice: “La emisión consta de la hoja bloque en calcografía, la prueba del artista en calcografía y la prueba del artista con una reproducción del sello en plata de ley en tres dimensiones”, no es exactamente así. La impresión es mixta en calcografía y offset. Tampoco existen tres productos: hojita, prueba del artista y prueba del artista con la reproducción del sello en plata; sino únicamente dos la hojita y la prueba con el sello de plata.
No ha querido Correos dar homogeneidad a las características de las emisiones de hojitas de la catedrales españolas y por ello las emite en tres tamaños diferentes y con distintos diseños y técnicas de impresión. Vean la figura 3.
¿Por qué una catedrales en calcografía y otras con tanta pobreza de ejecución como la dedicada a la de Palma de Mallorca? Y para estropearla un poco más con una numeración colocada junto a la leyenda y con caracteres tipográficos más grandes.
Otras emisiones del mismo año son, cuando menos, lamentables. Por muy aficionado al futbol que lo sea, no creo que haya algún coleccionista aprecie la calidad de la hoja” ¡CAMPEONES! EUROPAEURO2012”. La imagen tiene la particularidad de que el capitán muestre el culo de la copa, lo que puede ser una originalidad, pero no un mérito estético. (por cierto las sombras grises de la banda blanca inferior con los logos y la leyenda no son defecto de la reproducción aunque lo pueda parecer). Más que un efecto postal parece la etiqueta promocional de un producto ofrecido por alguna cadena de supermercados.
¿Y si contemplamos la de los “Coches de Época”?
Sin comentarios.
En cuanto a los sellos emitidos de forma ordinaria, la cosa no mejora. Vean los que se reproducen en la figura 5. Podemos comprar el el kiosco cromos y encontrar muchas viñetas publicitarias de más calidad.
La nota de prensa que comentamos está encabezada por el siguiente titular: “CORREOS premiado internacionalmente por los sellos de las catedrales de Burgos y León”.
Sorprende ese afán de protagonismo ya que el premio no se otorga a los operadores postales, sino a los sellos.
De igual forma sucedió en la edición del año pasado. En 2012 fueron galardonados los siguientes sellos de 2011:1º la emisión conjunta Suecia-Polonia con la efigie de Marie Curie grabada por Piotr Naszarkowski, en tercer lugar la hojita belga de la Grand Place de Bruselas, grabada por Guillaume Broux y el segundo premio, otorgado a la hojita española de la catedral de Sigüenza, sin publicitar el nombre del grabador.
“Les Grands Prix de l’art philatélique” en castellano significa “Los Grandes Premios del arte filatélico” y por tanto el reconocimiento es a la obra realizada por el artista, no a quien contrató su trabajo. Si algún protagonista debe haber es el artífice de la obra.
Todas las naciones hacen gala de sus artistas grabadores de sellos. España, hoy en día (no era así unas cuantas décadas antes), los oculta en el anonimato. Y para muestra el redactado de la nota de prensa:
“estos sellos presentados a concurso, (han sido) realizados por los dos especialistas que tiene la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para este tipo de trabajos, profesionales que imparten cursos concertados con la Universidad de Castilla-La Mancha de grabado calcográfico”.
Salvando las distancias, es como si, para referirnosa los cuadros de “Las Meninas” de Velázquez o la “Inmaculada Concepción” de Alonso Cano, en lugar de ditar el nombre de sus autores, dijéramos “estos cuadros, fueron realizados por dos especialistas que tenía la corte de Felipe IV para este tipo de trabajos, profesionales que pertenecen a la Escuela de Pintura Barroca de Madrid”.
En definitiva que el premio concedido no es otra cosa que una cortina de humo que pretende disimular una mala gestión de las nuestra emisiones filatélicas. Así nos luce el pelo.