2013, Fue noticia — 21 de enero de 2013

Ángel Martínez Agreda

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angel_trabajandoAlrededor de las 17 horas del jueves 17 de enero de 2013 fallecía en su domicilio de Zaragoza Ángel Martínez Ágreda.

La atracción que Ángel sintió por la filatelia, ya desde joven, fue tan grande como para dejar a un lado sus estudios de medicina y dedicarse con todo entusiasmo al comercio filatélico. Los sellos, las cartas, sus colecciones, la actividad que en la tienda llegó a ser frenética y que no cesó después en su despacho con las subastas, … no eran sólo su profesión: eran su vida. Aquella mañana del 17 de enero todavía trabajaba preparando lotes para una subasta que nunca llegará a celebrarse.

Pero una existencia profesional tan intensamente vivida no hubiera tenido sentido, ni hubiera sido posible, sin aquella francesita que casualmente conociera cuando visitaba España.  Quienes hemos gustado de su amistad sabemos que ella y sus dos hijos eran, más allá de la filatelia, la razón de su existencia.

A los 64 años nos ha dejado; pero no se ha ido de vacío. Es cierto que podríamos enumerar una larga serie de valores y méritos con los que podrá afrontar el juicio de Dios; pero me gustaría destacar una cualidad definitoria de su manera de ser: la nobleza. Ángel ha sido un hombre noble. No hubo en él doblez ni hipocresía; ni en su quehacer profesional ni en su vida particular. Su nobleza, es decir, su transparente honradez, su generosidad, su sincera honestidad y lealtad, ha sido una de las grandes lecciones que nos dio, y por ello debemos estarle siempre agradecidos.

Descanse en paz.