Buceando..., Fruslerías — 11 de mayo de 2014

Antes que la prensa fue el correo

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Buceando en la Historia de la Filatelia 034

Publicado en Revista de Filatelia (abril 2002)

 

Un correo urgente en la Guerra de la Independencia

En la sociedad contemporánea si preguntamos cuáles son los medios de comunicación de las noticias nos responderán en primer lugar, por ser el más antiguo, la prensa periódica, luego la radio, más tarde el teléfono, después la televisión o el fax y últimamente Internet. Pero no es así, el primer medio de comunicación utilizado para la transmisión de noticias fue el correo.

Desde la antigüedad fueron correos especiales los que se encargaron del envío de noticias, especialmente las políticas acerca de los éxitos y fracasos militares en épocas de guerra. Un ejemplo paradigmático es el de Maratón en la Grecia clásica.

Este es también el caso del documento que hoy traemos a colación: una comunicación urgente de los directores generales de Correos a la Junta Provincial de Valencia fechada en Madrid el día 2 de agosto y publicada en forma de bando el siguiente día 4. Nótese la rapidez con la que se llevó a cabo pese a los pobres medios de transporte de la época y las circunstancias políticas que se vivían.

ALZAMIENTO POPULAR DEL 2 DE MAYO.

A propósito de una carta escrita por un soldado francés en Madrid el día 1 de mayo de 1808, comentábamos en “Buceando en la Historia nº 30” (publicado en RF de diciembre de 2001) la insurrección popular del pueblo de Madrid el 2 de mayo.

Ese día pasaría a la historia como el primer capítulo de una Guerra de la Independencia que duró más de seis años dejando lamentables secuelas en todo el territorio español.

Los franceses, sin ninguna piedad, tomaron represalias contra quienes habían osado revelarse ante el ejército invasor. Murat dictó un bando condenando a muerte a todo paisano que fuera encontrado con armas en su poder, entendiendo por armas incluso una vulgares tijeras. Al mismo tiempo fueron saqueados e incendiados edificios bajo la excusa de que desde aquellas casas se había disparado contra los soldados franceses y muchos de los vecinos de esas viviendas fueron asesinados.

Fernando VII, que se encontraba retenido en Francia, había constituido una Junta Suprema de Gobierno presidida por su tío el infante don Antonio y algunos de los ministros de su primer gobierno. En realidad esta junta nunca gobernó, a sus escasas atribuciones se unió su tibieza frente a los franceses, por lo que de hecho se convirtió en un instrumento de la voluntad de Murat que el día 4 de mayo asumía su presidencia al tiempo que enviaba a- don Antonio a Francia.

Igualmente en las provincias la pasividad de las audiencias y de las capitanías generales fue el denominador común, lo cual enfrentó con las autoridades a un pueblo que sí estaba deseoso de levantarse contra Napoleón y su ejército invasor..

CREACIÓN DE LAS JUNTAS PROVINCIALES.

La primera Junta que se constituyó fue la de Asturias. El día 9 de mayo se reunió la ya existente Junta General del Principado y a petición del pueblo nombró capitán general al marqués de Santa Cruz de Marcenado al tiempo que se nombraba una comisión para la defensa de la patria y la conservación de la corona. Madrid amenazó con el fusilamiento de los amotinados y Murat envió un nuevo comandante militar a  Oviedo, a donde arribó la noche del 24. El mismo día se reunieron la Junta y la audiencia constituyendo la Junta Suprema de Gobierno que asumía todos los poderes y declaraba la guerra a Napoleón. Inmediatamente se mandaron emisarios a las provincias contiguas para pedir que siguieran su ejemplo. Formaron un ejército y enviaron delegados a Inglaterra para solicitar una ayuda para luchar contra Francia que les fue prometida.

El 27 de mayo se creó una Junta en Santander. En La Coruña el día 30 el pueblo se reveló y asaltó la capitanía general formándose también una Junta presidida por el propio capitán general. También es el pueblo quien impuso 1 de julio la creación de las Juntas de León, Valladolid, Ávila y Salamanca. El movimiento popular se extendió como un reguero de pólvora por todo el territorio español allí donde los franceses no estaban presentes para impedirlo. Así, en Levante la primera Junta se estableció en Cartagena y un cura, el padre Juan Rico, agitó al pueblo en Valencia hasta el punto de obligar al conde de la Conquista, a la sazón capitán general, a crear una Junta que declaró la guerra a Napoleón.

En este marco político y social hay que contemplar el documento que hoy traemos a esta sección.

Fig. 1

Fig. 1 Gacetilla publicada en Valencia el 4 de agosto de 1808

UN CORREO EXTRAORDINARO PARA VALENCIA

El documento reproducido comienza con el título “EXPRESO”. Ese término no se utiliza actualmente con la misma acepción que tenía en aquella época, no obstante, el diccionario nos sigue recordando que un expreso era un “correo extraordinario”.  Cuando la urgencia lo imponía, no se podía esperar a la salida del “ordinario”, es decir el “correo ordinario”, el que tenía establecida sus fechas periódicas y horarios de salida y de llegada. En esos casos se imponía la necesidad de enviar “correos extraordinarios”, que vienen a ser un antecedente de nuestro actual correo urgente.

El gobierno asistía pasivo a los hechos que se iban sucediendo. El día 29 de julio había llegado a Madrid la noticia de la victoria del general Castaños sobre las tropas francesas del Ejército de Andalucía bajo el mando del mariscal Dupont. Los directores generales de Correos de Madrid justifican la tardanza (dos días) en el envío de esta carta cuando dicen: “creyendo que el gobierno participaría a V.E. una novedad tan importante, hemos retardado el darla hasta hoy, que en vista de observar no se pide posta alguna, nos ha parecido indispensable comunicarla, por lo que puede influir al acierto delas providencias de V.E.”

Y, desde luego que se trataba de noticias importantes. El general Castaños, tras conseguir la capitulación del mariscal Dupont el 22 de julio, en la célebre batalla de Bailén, había mandado a un oficial francés a Madrid para que comunicara la noticia, haciéndole saber que a continuación iba a dirigirse a la capital con el grueso de sus tropas para expulsar del trono al usurpador de la corona.